A Suzuki le fue más que bien con la presencia de la Gixxer a su gama de productos. Sin embargo, la casa japonesa sabe que, para seguir conquistando en el mercado de dos ruedas en el país, hay que mejorar constantemente.
PUBLICIDAD
Eso hicieron con su modelo de calle, a la que dotaron de la tecnología Fuel Injection, la que se incorpora a las versiones anteriores, que tenían carburador. Con esto, Suzuki apuesta a la mejora en sus prestaciones, rendimiento, autonomía y vibración.
En motorización, la Gixxer no cambia y sigue con su motor de 155 cc 4 tiempos SOHC. Sin embargo, una de sus novedades está aquí, ya que ahora incorporan la tecnología Suzuki Eco Performance (SEP), con la que se llega a unos 14,8 hp a 8.000 rpm con un torque máximo de 14 Nm a 6.000 rpm.
El SEP propone mejorar la combustión, baja el peso del motor, aumenta la compresión, optimiza el sistema de enfriamiento y reduce la fricción. Sobre el enfriamiento, además, posee el Sistema Avanzado de Enfriamiento (SACS, en inglés), el que inyecta aceite en la base inferior del pistón para ayudar a bajar la temperatura del motor.
Si bien desde la fábrica afirman que su consumo ronda los 64 km/l, las pruebas en calle indican unos 47, aunque sigue siendo un buen número, según Suzuki.
También cambian los frenos, ya que dejan de lado el tambor por discos, dobles en la rueda delantera y uno en la trasera. La Gixxer trae también amortiguador trasero monoshock, tablero digital, luces traseras LED, doble silenciador y asiento escalonado como elementos de equipamiento.
La Gixxer es ofrecida en dos versiones, sin y con carenado, haciendo comunes todos los elementos de motor y equipamiento. Sus precios varían entre el $1.699.900 para la versión sin carenado al $1.899.900 para la con.
En un mercado donde, indican, el parque de dos ruedas ha aumentado a unas 500 mil unidades, Suzuki y la Gixxer quieren meterse entre las referencias del segmento de las motos de calle entre 126 y 250 cc. Para eso, la apuesta para 2017 es vender 1.050 ejemplares combinadas.