Tacómetro

La brillante historia del resistente Porsche Le Mans

La marca alemana volvió a ganar la tradicional y exigente prueba motor. Esta es una breve reseña de un palmarés impecable y lleno de triunfos.

Las 24 Horas de Le Mans no son para cualquiera. No cualquier piloto se atreve a largos stints y a soportar un día entero de presión. Tampoco cualquier marca se atreve a presentarse con un modelo que debe estar siempre en activo. Y en el caso de las marcas, Porsche tiene un par de escalones de ventajas sobre los demás.

Los alemanes consiguieron el domingo pasado su decimonovena victoria en el circuito de La Sarthe, aumentando su ilustre palmarés de festejos que comenzaron en 1951, cuando, con el 356 SL (Super Light), se llevó la categoría de hasta 1.100 cc gracias a su carrocería ultraliviana y a sus 46 caballos de potencia que le permitían alcanzar 160 Km/h. En total, recorrió 2.840 kilómetros y 65 metros, récord de distancia para esa época.

El dominio siguió en 1964, cuando el 904 Carrera GTS se quedó con los cuatro primeros lugares de la categoría hasta 2.000 cc. En 1970, llenó el podio y logró el triunfo por primera la victoria con el icónico 917 K de 4.5 litros, 12 cilindros en V de 180 grados y 580 caballos de potencia, sacando 30 vueltas de diferencia al cuarto.

En 1976, Porsche y el modelo 936 fueron los primeros en ganar con un motor bóxer sobrealimentado. La épica llegó al año siguiente, cuando el mítico Jacky Ickx logró remontar 42 posiciones con otro 936 y asegurar la cuarta victoria absoluta.

Entre 1981 y comenzó la tiranía de Porsche, ganando siete años en línea, logro que hasta el momento ningún otro fabricante ha podido igualar. Esos triunfos se alejaron por 14 años, pero porque Porsche decidió ausentarse de la máxima clase de Le Mans y del Mundial de Resistencia.

El retorno en 2014 no fue el mejor y sólo cosecharon un triunfo en el WEC, pero de todo se aprende. Así, en 2015, Le Mans volvió a ser suyo con el triunfo del 919 Hybrid, que recorrió 5.382 kilómetros, casi el doble del 356 SL del primer festejo. La tecnología híbrida de ese modelo generó tanta energía que eso podría alimentar una casa por tres meses.

Los logros de 2016 y 2017 solo confirman que los logros llegaron de la mano con el constante trabajo tecnológico, siguiendo las palabras del fundador Ferry Porsche: “El progreso tecnológico sería impensable sin el deporte. Es el vector para el desarrollo. Las demandas extremas con las que nos enfrentamos en la pista de carrera rápidamente dejan ver cualquier punto débil y motivan a nuestros ingenieros para buscar nuevas y mejores soluciones”.

Y todo lo conseguido en Le Mans luego se lleva a la ciudad, donde los autos cotidianos reciben el aprendizaje drástico de un día para entregar las mejores prestaciones. “De la pista a la calle”, la mejor forma de resumir ese flujo de tanto éxito que tiene Porsche, el más resistente de todos.

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