El invierno es una época complicada para todo y el auto no escapa a aquello. El frío y la lluvia pueden convertirse en un enemigo para la correcta mantención del vehículo.
Aquí te damos, cortesía de los expertos de Rodenstock y Salinas y Fabres, algunos consejos y recomendaciones para superar sin problemas esta compleja época.
- Ojo a la visibilidad: la lluvia reduce la visión y pone resbaladizo el asfalto, por lo que hay que estar atento más que nunca a las condiciones de manejo. “Disminuya su velocidad habitual y aumenta su distancia con el que lo precede”, comenta el gerente de servicio de Salfa, Carlos Casella.
- Evite las pozas: no pase sobre los charcos de agua porque la profundidad de ellos puede traer golpes y problemas en piezas, incluso pinchar el neumático si se pasa con fuerza.
- No sea brusco: si debe frenar, hágalo suavemente y con presiones cortas al pedal. Esto ayuda a secar las pastillas y no bloquear la dirección. Si siente que “flota” el auto, desacelere y espere el regreso de la tracción.
- Mantenga todo bien: antes de lluvias o frentes muy fríos, chequee el estado de las plumillas de los limpiaparabrisas, la presión de los neumáticos y el líquido del depósito.
- Use aceites de baja viscosidad: los actuales productos poseen una menor viscosidad a los antiguos de origen mineral y que estaban sujetos a ser mezclados con un aditivo en el invierno para regular su condición de viscoso.
- Atención a las luces: a veces, las mañanas están cubiertas con neblinas espesas. Para evitar accidentes con otros conductores, mantenga en óptimo estado las luces.
- Cuidado con los deslumbramientos: la agudeza visual puede verse afectada por diversos aspectos en el invierno, tales como la lluvia o la bruma. Para eso, es recomendable usar elementos que ayuden a esto, como los productos Rodenstock Road.