Un auto es clásico cuando su figura queda en la memoria colectiva y se convierte en un ícono cuando es capaz de mover masas de fanáticos que sólo disfrutan su auto y lo cuidan con esmero. De esos hay varios y uno de ellos es el Citroën 2CV, más conocido en Chile como la “Citroneta”.
Esa Citroneta lleva años juntando seguidores en todo el mundo, que se reúnen para compartir experiencias. El último de estos llamados Encuentros Mundiales se hizo recientemente en el puerto de Ericeira, en Portugal.
Ahí, a orillas del Atlántico, más de dos mil 2CV (abreviación del francés “deux chevaux vapeur” o dos caballos de vapor, medida de la llamada “potencia fiscal”) y sus respectivos dueños se juntaron para disfrutar de diversas actividades realizadas alrededor de la Citroneta, incluyendo una exhibición de los mejores ejemplares en el palacio de Mafra del siglo XVIII.
Además, participaron por primera vez miembros de la 2CV Portugal Tour y el Raid 2CV Racing Team Havas, quienes llegaron con 50 unidades. En tanto, se presentaron algunas versiones nuevas de Citroën y la filial de Portugal mostró las novedades C4 Cactus y C3 con ConnectedCAM.
Organizado por la Amicale Citroën Internationale, los Encuentros Mundiales 2CV nacieron en Finlandia en 1975 y se realizan cada dos años en diversos países del mundo. La cita más numerosa fue en 2011 en la ciudad francesa de Salbris, donde llegaron más de 7.000 Citronetas.
La próxima cita será entre el 30 de julio y el 4 de agosto de 2019 en Croacia.
