Nadie se olvida de Michael Schumacher. Han pasado más de tres años desde el accidente de esquí que sufrió en Francia y que lo tiene con permanente riesgo vital, aunque sin saber los detalles de su salud y, aprovechando que la Fórmula Uno vuelve de sus vacaciones veraniegas en el hemisferio norte, en Bélgica se preparan para homenajear al Káiser.
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El 30 de marzo de 1992, en Spa-Francorchamps, Schumi conseguía su primera victoria en la F1, arriba de un Benneton B192. Era su primer año en esa escuadra y el segundo en el campeonato y el triunfo llegaba después de superar al británico Nigel Mansell (campeón ese año) y al italiano Riccardo Patrese, quienes lo acompañaron en el podio.
25 años después de su primer festejo en la que, en 2003, la calificó como “lejos y por mucho mi pista favorita del mundo”, los términos Spa, Benetton y Schumacher vuelven a reunirse, aunque con varios matices, pero sin perder la emotividad.
Así, para celebrar un cuarto de siglo del primer festejo de Michael, su hijo Mick, de 18 años, maneje a modo de exhibición, previo al Gran Premio de Bélgica (este fin de semana, del 25 al 27 de agosto), el Benetton B194 con el que Schumacher consiguió el primer título mundial, en 1994. De hecho, según versiones de la prensa belga, Mick, actualmente corriendo en la F3 europea, ya tuvo algunos entrenamientos en el circuito.
En estos casos, la historia parece ser cíclica.