A poco de estrenarlo en Europa, Land Rover presenta en Chile el fruto del trabajo de los últimos cinco años de trabajo, de investigación y desarrollo con su submarca Range Rover: el Velar.
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Tan pronto se preestrenó, se convirtió en un éxito de ventas para el fabricante inglés representado en el país por Ditec. Y es que el cuarto integrante de la familia Range Rover ya tiene comprometido dos tercios de las unidades que llegaron en el embarque, que pretendía cubrir las necesidades de sus clientes en buena parte de los meses que restab del año. Sin embargo, claramentem ese pedido no será suficiente.
Y es que el Velar conjuga parte de la estética de lo mejor del portafolio de Land Rover, incorporando detalles estéticos muy cupés, propios del exitoso Evoque, con toques dinámicos del Sport. Así, el nuevo modelo interpreta la tendencia de los futuros vehículos de la marca.
Definido como SUV mediano, su competencia relevante son modelos como el BMW X4, el Porsche Macan o el Jaguar F-Pace, rivales interesantes pero a los que el Velar puede plantar cara con sólidos argumentos.
De partida, sus capacidades todoterreno no están en discusión. Por genética, no podía fallar en este ítem. Buena capacidad de vadeo, y ángulos de ataque, salida y ventral que lo ponen a la cabeza respecto de sus rivales denotan su carácter de marca. La suspensión electroneumática es, en buena medida, responsable de ello.
En términos estéticos, resalta su largo capot, unos hombros marcados y líneas en general simples y minimalistas, que se refuerzan con manillas de apertura de puerta que se despliegan sólo cuando se necesitan.
En el interior, en tanto, sobran los detalles cuidados y que le dan el toque de elegancia esperable. Dos pantallas de 10 pulgadas cada una en la consola central, desde donde se comandan buena parte de la tecnología que ofrece el Velar, más un cluster digital de 12,3 pulgadas, colaboran con la sensación de un SUV tan elegante como futurista. Cuenta, además, con un sistema de audio Meridian, iluminación de matriz laser, que da 550 metros de profundidad de campo (Más del doble que lo normal) y programa Terrain Response, para cuando la ruta –o la acrencia de ella- así lo requiere.
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La deportividad del Velar está dada, por un lado, por los 1.800 kilos que peso. Aún cuando es un SUV de tamaño respetable, el uso extensivo del aluminio en su monocasco resulta clave para entregar una buena relación peso potencia, a la hora de combinar el chasis con las dos motorizaciones que ofrece.
Por un lado, está la opción diésel, que se presenta en las versiones SE y R-Dynamic SE. Se trata de una unidad de potencia de dos litros, cuatro cilindros, 240 hp y 500 Nm, con una caja automática de ocho velocidades. La mecánica bencinera, en tanto, se presenta en todas las versiones (a las dos anteriores se suma el tope de línea, First Edition) con una planta de tres litros, de seis cilindros, 380 hp y 450 Nm, también con transmisión automática de ocho marchas.
Los precios comienzan en los 94.900 dólares. Combinando las opciones de llantas, colores exteriores, materiales interiores y accesorios, este Range Rover ofrece más de 60 mil confoguraciones posibles para esos dos motores y tres versiones base.
Con elegancia, el Velar llega conquistando su nicho del mercado. Y claro, si tiene argumentos de sobra.
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