Han sido meses de cambios en el motorsport mundial. Marcas que dejan competencias para sumarse a otras y declaraciones de intenciones para expandirse a nuevas series han sido anuncios constantes en el último tiempo. El último de ellos lo dio Porsche, que podría volver a la Fórmula Uno en un par de años.
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Exactamente, en 2021 el fabricante alemán podría retornar al Circo después de casi 20 años de ausencia, cuando participaron en un proyecto con el equipo Footwork en 1991. Desde ahí que Porsche no está directamente involucrado en la F1, pese a estar en eventos satélites.
Sin embargo, las decisiones de la casa germana de dejar el proyecto de resistencia LMP1 a final de 2017 abre un flanco que podría ser llenado por la F1 gracias a la aplicación de las nuevas reglas concernientes a los motores y que podrían ser aplicadas en 2021 por la organización.
Es éste, no obstante, el único pero. Porsche se sumaría a la máxima competición sólo como proveedor de motores, aunque con un presupuesto acorde a la exigencia que significaría participar en el certamen.
“La Fórmula E es muy importante para nosotros, y la Fórmula Uno es siempre un buen tema para pensar y creo que estamos en muy buenas discusiones sobre el nuevo motor”, aseguró el vicepresidente de la Junta Ejecutiva y miembro de la junta de Finanzas y Tecnología de Porsche, Lutz Meschke a Motorsport.com.
Meschke sostuvo reuniones con el director deportivo de la F1, Ross Brawn, durante el pasado Gran Premio de Italia y ya se rumorea que, de anunciarse oficialmente la llegada de Porsche, escuderías como Williams y Red Bull podrían contar con sus servicios.
Pero antes de eso, hay que ver cómo se decantan las reuniones técnicas para saber si finalmente Porsche se sube a los monoplazas.
