Los amantes del cine están de pláceme, ya que el próximo 17 de noviembre será el estreno mundial de la Liga de la Justicia, para el reencuentro con personales de todos los tiempos como Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y The Flash.
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Mientras corren, vuelan y saltan para salvar al planeta de un asalto extraterrestre de proporciones catastróficas, la industria automovilística estará presente, con el nuevo Mercedes-Benz Clase E-Cabrio, el AMG.
Mercedes se convertirá en el sexto integrante de la Liga junto a BVision Gran Turismo con su nuevo interior desarrollado para este film, y el Clase G 4×4^2 que sin duda jugarán un papel destacado en esta aventura.
La evolución experimentada en los últimos tiempos por modelos descapotables hace que podamos conducir con el máximo confort y seguridad, tanto si quitamos el techo como si lo dejamos cerrado.
Parece mentira que sólo hayan pasado 25 años desde que hiciera su aparición el primer Mercedes Clase E Cabrio, denominado por aquel entonces 300 CE-24. Este bello automóvil mostraba como gran novedad la incorporación de unas barras de seguridad que se desplegaban automáticamente en caso de vuelco, mientras que el recién presentado dispone de una interminable lista de elementos de seguridad que lo hace prácticamente igual de seguro que sus hermanos de gama.
Y si con el techo puesto apenas se sacrifica nada respecto a la versión coupé, al retirar la capota las mejoras son igual de importantes en relación a generaciones precedentes. Lo más notable es la incorporación de un sistema conocido como Aircap, que suprime casi por completo las turbulencias en el interior hasta velocidades bastante elevadas y, como consecuencia de ello, tampoco se genera una sonoridad desagradable. El Aircap se compone de dos elementos que se despliegan con sólo apretar un botón. Uno, un deflector colocado sobre la parte superior del parabrisas y, otro, un cortavientos que sube vertical entre los dos asientos traseros. A 130 km/h, en las plazas de delante no se nota la menor molestia y en las posteriores el aire se siente algo más, pero sin perturbar en absoluto.
El nuevo Clase E Cabrio crece en todas sus cotas. La vía delantera es 67 milímetros mayor y la trasera 68, lo que se traduce en una mejora de la estabilidad y un tacto más preciso al volante. De ancho ha ganado 7,4 centímetros y de largo 12,3, de los cuales todos menos uno, es decir, 11,3 centímetros, son para incrementar la distancia entre ejes, otro punto favorable a un comportamiento más equilibrado pero, sobre todo, que redunda en una amplitud que se agradece en el habitáculo. En concreto, el espacio para las piernas de los pasajeros de atrás aumenta 100 milímetros, lo que ya supone viajar con un confort razonable.