La llegada de Liberty Media como dueños de la Fórmula Uno ha significado una serie de cambios que, al principio, parecieron revolucionarios, pero que han ido generando críticas levemente, principalmente en los aspectos técnicos.
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Pero a los estadounidenses bien poco le importa eso y siguen trabajando para ver de qué forma se puede volver más atractivo el campeonato. Bajo esa premisa, el director deportivo de la F1, Ross Brawn, lanzó una idea ambiciosa y que, de concretarse, podría remecer el mercado mundial.
En entrevista con el diario Bild, el ejecutivo reveló que “hay varios fabricantes premium que me gustaría ver en Fórmula Uno. Porsche es uno de ellos, pero también Aston Martin y Lamborghini”.
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Sin embargo, la ilusión de tener estas tres marcas choca con la realidad y así la asume Brawn: “Debemos crear un entorno más atractivo para ellos”. En ese aspecto, el motor es una piedra de tope demasiado grande. “Estoy seguro de que con la unidad de potencia actual nadie está interesado en empezar acá. Por eso debemos hacerlo más barato y sencillo”, complementó.
Recientemente Alfa Romeo retornó a la F1 aliándose con Sauber. Veremos si alguna marca más sigue ese camino y si son las que sueña tener Brawn en el Circo.