Es una de las primeras estrellas del automovilismo estadounidense. Sin embargo, uno de sus principales legados al mundo de las tuercas es el rito sagrado del baño de champaña. Daniel Sexton Gurney, quien falleciera a la edad de 86 años como resultado de una complicada neumonia, fue el piloto que originó el tradicional champañazo en el podio de los ganadores de las carreras, cuando en las 24 Horas de Le Mans de 1967 que ganó al mando de un Ford GT 40 junto a A. J. Foyt, le pasaron una botella y no supo qué hacer con ella. Luego de batirla, chorreó el espumante por todos lados. Y, el resto, es historia.
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Sin embargo, Dan Gurney es más que esa anécdota.
Nacido en Port Jefferson, Nueva York, ganó carreras en la Fórmula Uno, Nascar, Indy Cae, Can-Am y en la Trans-Am Series. Es el primero de tres pilotos que ganó carreras en la Sports Cars (1958), F1 (1962), Nascar (1963) e Indy Car (1967). Los otros dos son nada menos que Mario Andretti y el colombiano Juan Pablo Montoya.
Además, en 1968, en el Gran Premio de Alemania, se convirtió en el primer piloto en usar un casco integral, cerrado en la parte del rostro.
Considerado como uno de los mejores pilotos de su generación, participó en el 86 grandes premios de la F1 entre 1959 y 1970, conduciendo para Ferrari, Porsche, BRM, Brabham y su propio equipo, el All American Racers.
Fue con esta última escudería que anotó su cuarta y última victoria en la F1, en el Gran Premio de Bélgica de 1967 al mando de su Eagle T1G-Weslake, todavía considerado como uno de los coches más bellos de la historia.
Como dueño de All American Racers, fue el primero en poner una simple extensión de ángulo recto en el borde superior posterior del alerón trasero. Este dispositivo, llamado “flap de Gurney”, aumentaba la carga aerodinámica y, si estaba bien diseñado, aumentaba mínimamente la resistencia aerodinámica.
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Como constructor, Gurney sigue siendo el único en la historia de Estados Unidos que ha diseñado y fabricado un monoplaza ganador en la F1, las 500 Millas de Indianápolis y de carreras de autos deportivos.
“Con una última sonrisa en su hermoso rostro, Dan se adentró en lo desconocido justo antes del mediodía de hoy, 14 de enero de 2018”, decía en un comunicado publicado por All American Racers la esposa de Gurney, Evi, con quien tuvo cuatro hijos.
El inventor del baño de champaña, un piloto que fue muchísimo más que esa anéctoda, ya descansa en paz.