Tacómetro

Alberto Longo: “La posibilidad de que esté Chile la próxima temporada de la Fórmula E son mucho más altas de que no esté”

El cofundador de la competencia da pistas del futuro de la carrera y revela la única condición para que el mundial de autos eléctricos siga en la capital.

En medio de la inauguración de los pits del ePrix de Santiago de Fórmula E, que se corre este sábado, andaba el español Alberto Longo, cofundador de la competencia eléctrica que en Chile se ha convertido en un suceso que lamentablemente divide a fanáticos tuercas y a vecinos del Parque Forestal que están en contra de la prueba.

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Amable y directo, Longo entrega unos minutos de la apretada agenda que posee en el país para hablar con Tacómetro sobre la carrera y toda la repercusión que la visita de los monoplazas eléctricos han generado en la capital.

¿Con qué expectativas llega usted y la Fórmula E a Chile?

La carrera va a ser un éxito rotundo. El martes lo denominaba “quilombo” a otro periodista, aunque no sé si esa palabra es muy ética o muy acertada. El tema es que está siendo complejo, pero siempre nos pasa en todas las ciudades. Lo que organizamos en el centro de las ciudades es un circuito en el corazón de la ciudad, con todas sus vallas, muros, tecnología, cables… Hay más de 270 kilómetros de cableado que estamos haciendo. Obviamente hay lo que los ingleses llaman “disruption”: hay interrupciones para el habitante, pero todo el sábado compensará al final. Habrá Dios quiera unas 25, 30 mil personas (ojalá no más porque si no tendremos un problema de seguridad) y esa gente lo pasará de maravillas. Incluso algunos vecinos arrendarán balcones. Nos gusta decir que somos activadores de economía también, desde restaurantes y hotelería hasta los balcones, idea que me ha encantado. Exceptuando unos pocos que siempre hay, casi todo el mundo estará muy contento con la llegada de la Fórmula E.

Llama la atención que sea Santiago más caótico en este aspecto que ciudades como París o Berlín…

No es caótico, es más complicado. No podemos decir que es caótico, porque cada uno tiene sus procesos y procedimientos. Es lo más complicado que hemos hecho, sí.

Y a su juicio, ¿a qué se debe esta complicación?

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Porque los procesos y procedimientos de este país son distintos a todos los que hemos trabajo. No quiero decir con esto que vaya a ser el más complicado de toda mi vida, es el más complicado hasta ahora. Si me voy mañana a Botsuana quizá será más complicado allá, no lo sabemos.

¿Sorprendido de esto?

Tampoco es tanto. Hemos llegado en medio de una “explosión política”, acaba de haber elecciones, hay una presidenta saliente, hay un presidente entrante, ministros que entran y salen, los municipios siguen, unos son de un partido, otros de otros… Claro, llegar y hacer la carrera justo en mitad de toda esta ebullición política siempre es más complicado de la cuenta y te metes en medio de este tema. ¿Por qué? Porque corremos en el centro de la ciudad. Si lo hiciéramos en un circuito este problema no existiría, pero es comprensible. Insisto: es el sitio más difícil, pero ni siquiera lo digo en negativo.

Puede aparecer hasta como un reto para ustedes.

Es un hecho y aquí estamos y lo haremos bien. No sólo nosotros. Estamos recibiendo el apoyo de absolutamente todos. A las 7:30 nos reunimos todos los días para ver qué se hace , cómo se hace y porqué se hace.

Entre los reclamos de vecinos y amenazas de autoridades versus la respuesta de los fanáticos que agotaron las entradas en pocos minutos, ¿qué balance hacen?

Todo depende de si se quiere utilizar como herramienta política o no, porque, de nuevo, corremos en el centro de la ciudad. Entiendo que haya gente que no le guste o que le cause mucho lío porque, al final, es una prueba en la puerta de su casa. Pero hay que escuchar las voces. Si hablamos de que habrá 25, 30 mil personas que vendrán más otras tantas que se quedaron con las ganas de venir más las que verán la carrera por televisión, etcétera, y luego estamos dando demasiada voz a mil o a quinientas personas, no me parece lógico. Está desbalanceado, pero lo entiendo. Como político uno debe luchar por todos sus vecinos y por igual. Como decimos en España, nunca llueve a gusto de todos y aquí no podemos pretender gustarles a todo el mundo.

Y la aparición de amenazas como la del alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, de cancelar la carrera a un par de días de la prueba, ¿afecta la continuidad de la Fórmula E en Santiago?

No. Nosotros los entendemos, verdaderamente están defendiendo a los vecinos y no sólo es lógico sino legal, porque son quienes los eligieron y deben garantizar de que cumpliremos lo que dicen los contratos. Lo que sí me hubiera gustado es que todo se hubiera hecho de forma conjunta y unánime. Como dije, nos reunimos a las 7:30 y están todas las partes implicadas. Ahí se decide todo. Después salir a la prensa a decir “si no cumplen”… Si hablamos hace media hora en la reunión de la mañana. No entiendo muy bien por qué.

Ese doble discurso genera…

Nada, estamos acostumbrados, pasa en todas las ciudades y es muy difícil que todos estén contentos.

¿Las opciones de que Santiago siga son las mismas de que se vaya la Fórmula E? Las carreras son siempre evaluadas constantemente.

La posibilidad de que esté Chile la próxima temporada son mucho más altas de que no esté. ¿Por qué? Porque ya lo hemos hecho acá.

Además, está el tema del contrato a tres años.

A mí los contratos… Ni siquiera sé si están a tres años, qué más da. Corriendo donde corremos, no podemos obligar a nadie a que nos quieran. Si nos quieren nos quedamos y si no nos quieren no nos quedamos. Si alguien nos dice “no tuvimos los resultados que queríamos ni la repercusión o lo que hacemos es un jaleo para los vecinos”, nos damos la mano y tan amigos como siempre. Gracias a Dios, la Fórmula E es una propiedad que todo el mundo quiere y si no nos quieren aquí, nos vamos.

¿Se puede pensar a futuro en un cambio de escenario para la próxima edición? Pasó en Berlín, por ejemplo, aunque por un caso puntual.

Estamos abiertos a agradar al máximo número posible de gente. Es decir, si nos vemos obligados y la Intendencia, gobierno o municipios nos dicen que hay que cambiarnos de sitio y es la solución para quedarnos… El objetivo prioritario es quedarme en Chile, por lo que si hay que moverse, nos movemos y no pasa nada.

¿Qué puede entregarle Santiago y Chile a la Fórmula E?

Sólo corremos en las grandes urbes mundiales y Santiago es una de ellas. Tienen problemas con la contaminación y creemos que los vehículos eléctricos paliarán la contaminación. Podemos ayudar a que esos problemas se reduzcan mostrándoles a la gente que los autos eléctricos no sólo son sostenibilidad y tal, sino que son cool, que corren mucho y que son capaces de hacer un show.

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