En 2009, Porsche tomó la decisión de meter los motores diésel en sus nuevos modelos. El Cayenne fue el primero en incluirlo y luego se sumaron otros como Panamera o Macan. Sin embargo, el experimento durará sólo una década.
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Desde Alemania se rumorea que la marca pararía la producción de modelos con este tipo de motores por el poco éxito comercial que han tenido en Europa y por el proceso de cambio cultural que se ha dado en el Viejo Continente con el uso del diésel y que está bajando en los últimos años.
“El diésel no es tan importante para Porsche. Tradicionalmente, los motores diésel han jugado un rol secundario en Porsche. Actualmente, la demanda de modelos de este tipo está cayendo, mientras el interés por los híbridos y las versiones de gasolina está incrementando significativamente”, aseguró a Autocar el CEO de Porsche, Oliver Blume. Actualmente, los motores diesel representan el 15 por ciento de las ventas totales de la marca.
La decisión de dejar el diésel, en todo caso, no afectará la producción de modelos de la generación actual del Cayenne, que podría traer una en el corto plazo. No obstante, Porsche espera darle mayor realce a los motores híbridos. Los nuevos tiempos en Europa ya se sienten.