La caravana multicolor que, año a año, cruza Francia vuelve a tener a Skoda como cabeza. La marca checa, por decimoquinta ocasión, será el auto oficial del Tour de Francia, que comienza este sábado 7 en los Países del Loira, en el Atlántico galo.
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Para esta ocasión, la número 105 de la tradicional prueba pedalera, Skoda pondrá a disposición para la organización sus modelos Octavia, Kodiaq, Karoq y Superb; este último será el que use el director de la carrera, Christian Prudhomme, como el auto que encabece la caravana como el centro móvil de control.
Además de ir completamente equipado para transmitir vía radio todas las indicaciones que Prudhomme deba dar, su configuración, con el techo panorámico de la fila trasera listo para ser abierto con sólo apretar un botón, le permite ir de pie mirando todos los entretelones de la competencia.
Asimismo, la presencia de Skoda en el Tour de Francia estará en dos elementos. Uno, la aplicación móvil de la competencia, la cual es auspiciada por el fabricante checo; dos, el patrocinio de la malla verde, que se le entrega al líder de la carrera por puntos, que premia al mejor velocista del evento.
La unión de Skoda con el Tour de Francia, que data desde 2004, mantiene vivas las raíces del fabricante checo, que nació en 1895 como una empresa creadora de bicicletas por parte de sus fundadores, Vaclav Laurin y Vaclav Klement.
