Para ser el auto que da la bienvenida a la marca, Mercedes-Benz creó una entrada de lujo. La cuarta generación de su Clase A, presentado recientemente en Chile, es un modelo que no tiene casi nada que envidiarle a otros de segmentos más “avanzados”.
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Si quisiéramos graficar un aspecto en cifras, por ejemplo, un 90% de los asistentes de conducción de este auto están presentes en el Clase S, según dice la marca. El auto “de entrada” es cada vez menos de entrada para hacerlo un auto más dentro de la gama, gracias a su interesante mezcla de tecnología, motorización y diseño.
Para este modelo habrá cuatro versiones disponibles, tres de las cuales se equipan con un motor 1.4 turbo de cuatro cilindros que eroga 163 CV y 250 Nm a 1.250-4.000 rpm, asociado a una transmisión manual de seis velocidades o a una automática de doble embrague 7G-DCT de siete. Cierra el tope de línea A 250 AMG Line, con un bloque 2.0 turbo de cuatro cilindros con 224 CV, 350 Nm y transmisión 7G-DCT de siete cambios.
Estos motores incorporan varios modos de conducción con el sistema Dynamic Select, los cuales vienen predeterminados como Eco, Comfort o Sport o con la opción de crear un modo a gusto del conductor, modificando motor, caja, tren de rodaje o dirección.
Con un diseño enteramente abocado a lo deportividad, el Clase A baja su capó y lo inclina más hacia adelante. Los faros LED delanteros se hacen más finos, los guardabarros se hacen más amplios y la zona posterior se hace visualmente más ancho. Todo genera un look muy dinámico.
Esto se proyecta en el interior, que, además, está volcado a lo digital. Resalta su doble pantalla de 10,25” en las dos versiones más avanzadas, montada de forma que pareciera un gran display, y el tablero de instrumentos, que deja de lado la visera. Las pantallas pueden ser personalizables a gusto del conductor. Los espacios y dimensiones crecen: la cola es casi 10 centímetros más larga y la maleta aumenta en 29 litros su capacidad, llegando a los 370.
Pero si hablamos del display hay que mencionar el sistema que hace que éste brille: el Mercedes-Benz User Experience o MBUX. Este sistema se incorpora por primera vez en un auto de Mercedes y permite crear una dinámica de interacción entre el auto, el conductor y los pasajeros, ya sea mediante la voz o mediante toques.
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En materia de seguridad, la marca alemana aplicó lo aprendido en accidentes reales y creó el Clase A en su nuevo Centro Tecnológico de Seguridad en la Conducción. Así, su carrocería es altamente resistente gracias al uso de aceros de alta y máxima resistencia y planchas de acero formadas a presión. Además, el modelo incluye airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, bolsas en todas las ventanillas y de rodilla para el chofer, frenos ABS con BAS y control de tracción, ESP y sistema de alerta por cansancio, entre otros.
Con precios que se mueven entre los $18.990.000 y los $24.990.000, la espera vender unas 400 unidades para lo que queda de 2018 con este Clase A, que da una bienvenida de primer nivel al mundo Mercedes-Benz.