Marek Kaminski es un aventurero y explorador polar que se ha embarcado en varios viajes por el mundo. El más reciente, sin embargo, no dejó ningún rastro y eso es responsabilidad del partner que llevó, un Nissan Leaf.
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Con el eléctrico de la marca japonesa, Kaminski partió en Zakopane, Polonia, y llegó a Tokio, cruzando Lituania, Bielorrusia, Rusia, Mongolia y China, todos países con condiciones de manejo distintas. En total, 16 mil kilómetros de mayo a agosto.
¿Y el rastro? Ni señas, gracias a la tecnología eléctrica del Leaf. La expedición de Kaminski, denominada “No Trace Expedition” o “Expedición sin huellas”, obedece a la idea del auto de Nissan de no emitir agentes contaminantes.
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“Para mí, este viaje es más que sólo llegar a mi destino, se trata de lograr un cambio simple pero brillante para ser más sustentable. No importa si está en los bosques rusos, los caminos de tierra mongoles, o en las ajetreadas calles de Tokio, el Leaf fue un socio confiable en todo momento. El vehículo y sus funcionalidades fueron impresionantemente capaces bajo duras condiciones de manejo, incluso en áreas remotas con poca infraestructura, pues mantuvimos al Leaf cargado y en movimiento”, declaró Kaminski.
Ahora, Kaminski planea el retorno a Polonia y lo hará tal como llegó: manejando el Leaf.
