Durante la semana pasada, los 33 mejores conductores de camiones de la marca Volvo, afrontaron un desafío mayor. Llegados desde los cicno continentes, 33 choferes, representando a igual cantidad de países, asumieron el desafío planteado por el fabricante sueco, para buscar al mejor de los mejores, en una competencia que contó con el chileno José González como representante nacional y americano. Finalmente, el ganador fue el checo Piotr Krahel, triunfador por una mínima ventaja luego de dos días de duras pruebas de talento al volante.
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Como ya es habitual, la competencia se desarrolló en Gotemburgo, en la sede de Volvo. Para este Volvo Trucks Driver Challenge, los 33 finalistas fueron elegidos de entre 12 mil choferes, quienes superaron en los niveles locales a sus eventuales rivales en una selección realizada a través de la eficiencia demostrada por los profesionales al manejar los camiones, evaluación realizada a través del software de manejo de flotas Dynafleet del fabricante sueco.
Fue así como el osornino González, de la empresa de transporte La Candelaria, ganó el cupo reservado para Chile, superando a otros 126 choferes inscritos en el desafío de Volvo Camiones.
Ya en territorio sueco, desde la marca aseguraban esta sexta competencia sería la más dura que se ha realizado, con pruebas diseñadas para exprimir al máximo el talento de los seleccionados.
A diferencia de las ocasiones anteriores, la competencia estaba compuesta por dos pruebas. Una de eficiencia al volante, que se realizaba en un trazado de asfalto, manejando un Volvo FH con acoplado, donde debían transitar los casi 15 kilómetros de recorrido utilizando la menor cantidad de combustible posible, pero recorriendo la distancia en menos de 12 minutos y medio, un tiempo bastante ajustado para las exigencias de eficiencia en una pista que contemplaba dos subidas de 8 y 12 grados, cuatro discos Pare, múltiples curvas y un par de giros en U. Pero, si como eso fuera poco, este año se agregaba una prueba de “productividad”: en un camión faenero FH X de tres ejes, sobre un camino de ripio, debían trasladar una pequeña caja de cartón de un kilo y medio de peso a través de la sinuosa ruta, en el menor tiempo posible, sin importar cuántas veces cayera la carga que iba instalada en una pequeña bandeja soportada por un brazo que salía desde el parachoque delantero. En una zona, debían realizar maniobras de retroceso, además.
La exigencia del desafío fue tal que, cuando entregaron los resultados finales en la gala de clausura del Volvo Trucks Driver Challenge, los organizadores estaban sorprendidos: en la prueba de eficiencia, la diferencia de consumo de combustible entre el primero y el último fue de apenas 1,2 litros. Nada, para un camión con acoplado cargado. Y, como si tal paridad fuera poco, el margen por el que se definió el ganador general de la competencia fue de un casi imperceptible 20 centímetros cúbicos que el software Dynafleet fue capaz de detectar.
Piotr Krahel logró la gloria en su segundo intento, pues ya había representado a Polonia en 2016. Segundo terminó del local Bert Johansson, mientras que el podio lo completó Simo Laukkanen, de Finlandia.
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Es que ser el mejor del mundo no es cosa poca. Más cuando uno se enfrenta a lo más selecto de sus pares. De eso se trata la competencia de Volvo Camiones y que, esta vez, quedó para Polonia, en el segundo intento.