Italia está en debate por la velocidad máxima de sus carreteras y autopistas. Desde el parlamento peninsular llegó la idea que busca aumentar el límite a nada menos que 150 km/h, la cual se aplicaría con varias condiciones que mezclan seguridad con aspectos técnicos del camino.
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El parlamentario Alessandro Morelli es el impulsor de la idea, quien propone pasar de los 130 km/h que hay en autopistas a los 150 km/h, límite que habrá en tramos de tres carriles por sentido, asfalto en perfecto estado y con supervisión de radares en las vías.
Además de argumentar que un aumento de 20 km/h permitirá acortar tiempos de traslado, Morelli afirmó que “los elementos de seguridad activa y pasiva de los vehículos han dado tantos pasos adelante que, hoy en día, los riesgos son debidos a otros factores”.
Sin embargo, la idea no ha sido tomada de la mejor forma en organizaciones, como la Asociación de Patrocinadores y Amigos de la Policía de Tráfico, quienes aseguran que el aumento plantea desventajas tales como “más consumo, más contaminación, más riesgo de accidentes y ganancias de tiempo innecesarias y, a menudo, inexistentes”.
En Italia se contaron en 2017 un total de 3.378 muertes en carreteras, un 2,9% más que el 2016 y un 8% más en autopistas, datos que atentan a la iniciativa de Morelli. Actualmente, los límites de velocidad en Italia son de 130 km/h en autopistas, 110 en caminos principales, 90 en secundarios y 50 en zonas urbanas, las que pueden llegar a 70 si las condiciones son las adecuadas.