La idea de tener autos voladores comienza a ser más concreta con el proyecto de la compañía japonesa Skydrive, que pretende poner una máquina que vuele por los cielos nipones en los próximos años.
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El proyecto Skydrive, que pondrá modelos del mismo nombre en funcionamiento, busca la eliminación de los tacos que se originan en las ciudades y para eso se construirán modelos de 3,6 metros de largo con un peso de 400 kilos y que se moverán por aire a unos 100 km/h en una altura de 150 metros, suficiente para desplegar un paracaídas en caso de accidente.
La compañía lleva varios años trabajando en este proyecto, que ha reunido para financiamiento más de cuatro millones de euros gracias al aporte de empresas privadas del rubro automotriz y del gobierno de Japón, que ve con buenos ojos la idea.
“La idea detrás del coche volador es que podemos obtener un precio más razonable que el de un helicóptero o un avión. Además, es más fácil de pilotear”, advierte el CEO de la compañía, Tomohiro Fukuzawa.
Sin embargo, no todo es fácil y lindo. Cada Skydrive tendría un proyectado costo de casi 400 mil euros, lo que lo hace su gran falencia. Por eso, una de las ideas de la compañía es que el vehículo no sea en propiedad y se use compartidamente o en carsharing.
¿Cuándo los veremos en los aires? Falta. Se cree que el gobierno japonés pondrá algunos modelos como prueba en el verano nipón y que se presenten en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Así, en 2023 se podrían poner a la venta y estar nada menos que en 2050 completamente operativos. Total, el tiempo vuela.