Es hora de festejos en Audi. La marca de los anillos celebra diez años desde la irrupción de uno de los motores más significativos y que junto al superdeportivo R8 han hecho una dupla de alto impacto en el segmento de deportivos.
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Hablamos del motor V10 FSI de 5,2 litros, el cual apareció a principios de 2009 y que, durante su existencia, ha tenido diferentes configuraciones de potencia, pero que siempre ha sido el mismo que le ha dado vida a un modelo que roza el mundo motorsport con sus prestaciones.
Moviéndose entre los 525 hp de su primera versión y los 560 hp de la variante R8 GT lanzada en 2010, el V10 FSI ha tenido también experiencia en las pistas, ya que fue el que puso en movimiento el modelo R8 LMS que en 2009 corrió el GT3 Sport.
En 2015, el motor sufrió una importante actualización, de la mano de la nueva generación del R8. Se incluyó inyección de combustible en el colector de admisión, se mejoró el consumo de los gases y el sistema Cylinder On Demand (COD) permitía inhabilitar cilindros parcialmente para aumentar la eficiencia. Así se logró potencias de hasta 610 hp.
El V10 FSI, asimismo, se despliega al máximo en modo Confort para lograr una performance digna de modelo superdeportivo, logrando que llegue a los 8.700 rpm y una lubricación en seco del cárter que permite una posición más baja de instalación, asegurando un bajo centro de gravedad. A esas revoluciones, los pistones cubren un promedio de 26,9 metros por segundo, mejor incluso que un Fórmula Uno.
Pero Audi no se queda sólo en la mención al V10, sino que, a modo de festejo, la marca presentará una edición limitada de 222 unidades numeradas del llamado “R8 Decennium” y que será lanzada junto a la nueva generación del R8.
El modelo estará disponible en coupé con un color exclusivo Daytona Gray y está hecho para que el V10 se luzca: potencia de 620 hp, la más potente hasta ahora del motor, 580 Nm, aceleración de 3,1 segundos de 0 a 100 km/h y velocidad máxima de 331 km/h. Puro vértigo.