Para Volvo Cars, la seguridad es un tema que se toman con mucha seriedad. La marca de origen sueco ha enarbolado esta bandera con fuerza y ha trabajando en pos de hacer los viajes mucho más seguros desde que, en 1959, introdujeron el cinturón de seguridad de tres puntas y cuya patente fue liberada para que otros fabricantes lo replicaran.
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Ahora, a 60 años de esta invención, la compañía abrió una biblioteca digital central como una forma de instar a la industria del automóvil en todo el mundo a usarla para crear carreteras más seguras, usando los conocimientos adquiridos durante este tiempo por Volvo.
Esto es parte del proyecto E. V. A. (Equal Vehicles for All, o Autos Iguales para Todos en inglés) de Volvo Cars, lanzado de la mano de esta biblioteca y que entrega los conocimientos de la compañía en esta materia.
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“Tenemos datos sobre decenas de miles de accidentes en la vida real, que ayudan a garantizar que nuestros autos sean lo más seguros posibles para lo que sucede en el tráfico real. Esto significa que nuestros autos están desarrollados con el objetivo de proteger a todas las personas, sin importar el género, la altura, la forma o el peso, más allá de la ‘persona promedio’ representada por los dummies de pruebas de choque”, aseguró la especialista del Centro de Seguridad de Volvo Cars, Lotta Jakobsson.
Los diferentes estudios de Volvo Cars en esta materia han llevado a, por ejemplo, determinar que las mujeres son más propensas a sufrir lesiones en un accidente por diferencias anatómicas y la fuerza del cuello en comparación a los hombres. Así fue como se crearon diferentes pruebas de choque lateral y tecnologías de protección, como el WHIPS, que protege el latigazo cervical y que creó Volvo en 1998.
El último trabajo de la compañía se centró en la zona lumbar, que presenta daños en accidentes independiente de la persona. Ante eso, se creó el sistema SPA, que absorbe la energía del golpe en los asientos con estándares superiores a los que proponen las diferentes normas.