Tiene casi 50 años, pero se ve como si fuera el más joven de la plaza. El Jimny de Suzuki, quizá uno de los modelos más esperados del año en Chile, por fin llegó al país con un look renovado, pero con la misma esencia off road que lo hace ser uno de los favoritos cuando hay que elegir un todoterreno.
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En la cuarta generación del modelo que nació en los años 70, el Jimny toma varios elementos de sus versiones anteriores para armar un auto efectivo y hecho para ser tratado mal, sin perder funcionalidades en sus prestaciones.
Por fuera, el Jimny se muestra más cuadrado, con una apariencia robusta. Las líneas rectas se toman el vehículo, con un capó plano que entrega mejor visibilidad, un techo también plano pensado para limpiar mejor la nieve y el parachoques delantero es alto y sobre las ruedas, con llantas de aleación de 15” en gris oscuro, para dar un mayor ángulo de ataque, que llega a los 37º.
Bajo el capó, presenta un motor 1.5 K15B de 100 hp y 130 Nm, que se asocia a una caja mecánica de cinco o una automática Aisin de cuatro velocidades, transmisiones que marcan la diferencia en las dos versiones disponibles. Presenta un rendimiento mixto de 15,7 y 14,7 por transmisión respectiva.
Construido en una nueva plataforma, presenta un chasis tipo escalera reforzado con una estructura en equis al centro y con dos nuevos travesaños en las puntas, una suspensión de eje rígido con espirales y sistema AllGrip Pro, con tracciones 2H, 4H y 4L que se acciona con una palanca, reemplazando a los botones de la generación anterior.
Adentro, el Jimny opta por la sobriedad. Desde Suzuki apuntan a ser un auto funcional, sin tantos lujos pero con importantes añadidos que hagan placenteros los viajes. El negro abunda en los materiales porosos de la consola central, mientras que detalles como las tomas de aire están en aplicaciones plateadas. Volante de cuero multifunción regulable en altura y en forma de círculo para un mejor agarre, panel de instrumentos de biopolicarbonato y una pantalla touch de 6’8 con conexión Bluetooth con cuatro parlantes adornan el interior.
Los asientos, en tanto, crecen, añaden reposacabeza y se refuerzan en la cadera para mejor agarre. Asimismo, todas las butacas son reclinables y la segunda fila se abate 50/50 para quedar al mismo nivel del maletero, permitiendo una mejor carga de materiales. Forrado en material de alta resistencia, posee una capacidad de 113 litros expandible hasta los 324.
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Seis airbags, frenos ABS con EBD, controles de ascenso y descenso con velocidad de hasta 5 km/h cuando se hace con el 4L activado, anclaje Isofix en segunda fila, rueda de repuesto estándar de igual diseño y diámetro que las equipadas, cámara de retroceso sobre la placa y un despeje del suelo de 210 milímetros se añaden en seguridad y equipamiento.
Con un radio de giro de 4,9 metros y un largo 50 milímetros más corto que la generación anterior, pero con la misma distancia entre ejes de 2,25 metros, el Jimny está disponible en ocho colores, incluyendo tres bitonos y dos verde especiales: caqui, para mejor visibilidad, y oscuro, para “camuflarse” en los bosques.
El Suzuki Jimny está disponible en dos versiones y sus precios de lista son de $11.990.000 para el GLX mecánico y $12.890.000 para el GLX automático.