Volvo Cars no se detiene en pos de la seguridad en los autos. La nueva medida de la marca de origen sueco busca combatir la eventual distracción de los conductores y que causen accidentes de tránsito.
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Para eso, la empresa instalará cámaras en el interior del auto, además de otros sensores que vayan monitoreando al conductor en caso de algún problema de salud, distracción o mal estado para manejar y que esto pueda terminar en un accidente.
Esta intervención podría implicar limitar la velocidad del automóvil, alertar al servicio de asistencia Volvo Call y, como último paso, reducir la velocidad y estacionar el automóvil de forma segura.
“Cuando se trata de seguridad, nuestro objetivo es evitar accidentes por completo, en lugar de limitar el impacto cuando un accidente es inminente e inevitable. En este caso, las cámaras monitorearán el comportamiento que puede provocar lesiones graves o la muerte”, aseguró el vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Volvo Cars, Henrik Green.
El sistema percibirá como mal comportamiento conductores detectados con sus ojos cerrados o mirando fuera de la carretera por períodos prolongados de tiempo, así como movimientos extremos a lo largo de las vías o tiempos de reacción excesivamente lentos.
Se espera que la introducción de estas cámaras y sensores se haga en la nueva generación de la plataforma escalable de autos SPA2 de la marca, a principios de 2020. Las ubicaciones y el número total de estos elementos será definido más adelante.