Aunque Skoda sea una de las marcas de autos más reconocidas de Europa y del mundo, su origen está bien lejos de los vehículos, ya que partieron como fabricantes de bicicletas. La creación de una gama de bicicletas llamada Slavia a fines del siglo XIX fue el pie para que se iniciara la experiencia en cuatro ruedas.
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Por eso, no es extraño que la compañía aparezca como socio de varias pruebas pedaleras. El Tour de Francia es su mejor ejemplo: llevan siendo partners por los últimos quince años.
En Chile, la marca checa quiere fomentar su espíritu ciclista y por eso ha cerrado una alianza con el Gran Fondo del Fin del Mundo, una de las competencias más exigentes del país y de Sudamérica. Como parte del acuerdo, Skoda cederá como auto de asistencia su SUV Kodiaq en su versión Style 2.0 TSi de 180 hp y 320 Nm.
“Queremos seguir con nuestro legado vivo, y apoyar las diversas instancias e iniciativas, no sólo haciendo entrega del todoterreno Kodiaq, sino a través de la difusión, incentivo y comunicación del mundo del ciclismo, de su pasión, de sus historias”, dijo la gerente de Skoda Chile, Susanne Radler.
“Es un orgullo para nosotros que una de las marcas más antiguas de autos como Skoda se acerque en Chile al mundo de ciclismo. Me gustaría destacar la pasión por el ciclismo que nos une, tiene en su ADN el constante apoyo al ciclismo a nivel mundial y los vehículos de la marca están hechos para ciclistas”, explicó a su vez el ucraniano Vitaliy Virovko, uno de los organizadores de la carrera.
El Gran Fondo del Fin del Mundo cruza diferentes zonas geográficas, pasando por volcanes, ríos, montañas y avistamiento de cóndores. La sexta edición de esta carrera se disputará desde el 19 de octubre con un recorrido de hasta 153 kilómetros para los más de 600 competidores.