Tacómetro

Con estos pasos, se puede extender la vida útil de los tractores

Desde Salfa entregan algunos consejos y recomendaciones para hacer que estas máquinas duren más, aumentando las horas entre mantenciones.

Adquirir un tractor es una inversión importante en el mundo agrícola y hay varios consejos clave para ayudar a que la maquinaria dure más años, no falle prematuramente o en plena faena y mantenga así su valor de reventa.

Dejarse guiar por el manual del operador es la primera recomendación, y aunque parece obvia, no todos la siguen. “En el manual están todas las especificaciones que el propio fabricante detectó en su maquinaria; no hay mejor consejero técnico que el mismo creador del tractor. A esa información técnica después uno le suma los años de experiencia” afirma el miembro de Soporte de Producto Salfa, Sergio Sandoval.

Usar los insumos recomendados por el fabricante es la segunda gran medida que se debe considerar, un consejo que Sandoval considera crucial: “cada marca tiene filtros y lubricantes originales, recomendados para el motor, el eje trasero, los mandos finales, la transmisión y el sistema hidráulico; utilizarlos en cada mantención es un primer paso para alargar la vida útil del tractor”.

Esta recomendación no es menor, ya que en marcas como John Deere, representada por Salfa, utilizar el aceite de motor adecuado permite aumentar el intervalo de mantenciones desde 375 a 500 horas, reduciendo los costos en un 25%, debido a la mayor vida útil de los ítems de mantención.

Es importante que tanto el operario como el propietario sepan reconocer los Intervalos de servicio especificados por horas de uso. “Además es necesario conocer la localización de los filtros de combustible, del aceite motor, aire y sistema transmisión de los tractores, ya que son partes que requieren un cuidado diario”, afirma el experto.

Todos los días es importante revisar el nivel del aceite de motor. Si está por debajo de lo que sugiere el fabricante, no es recomendable encender la máquina hasta haberlo rellenado. También hay que ver el refrigerante, los filtros de combustible, el lubricante hidráulico y de transmisión. Además, en condiciones fangosas y muy húmedas, es importante verificar la lubricación de los rodamientos de mandos finales traseros”, añade Sandoval.

Según el experto, la puesta en marcha del motor también tiene un procedimiento que garantiza una mayor durabilidad. “Hay que ver que la transmisión esté en posición de estacionamiento; luego, se verifica el funcionamiento del tablero de instrumentos. La llave de arranque se debe girar por no más de 20 segundos y luego calentar el motor por uno a dos minutos a ralentí lento (regulando). Hay que revisar de nuevo el tablero de instrumentos y una vez alcanzada la temperatura de funcionamiento, recién se puede operar”, precisa Sandoval.

Asimismo, se aconseja que, si el operario va a dejar funcionando el motor en ralentí más de cinco minutos con temperatura de trabajo, es recomendable mantener en un régimen no inferior a 1.200 rpm. La otra mejor opción es simplemente detenerlo; así previene ocasionar daños al motor y ahorra combustible.

Para detener el motor, se coloca la palanca de cambios en neutro y la transmisión en estacionamiento. “Después de bajar el implemento, recién ahí se desacelera el motor; se deja funcionar a ralentí lento (regulando) por 1 a 2 minutos. Entonces se puede cortar el encendido y sacar la llave de contacto”, cierra el experto.

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