En todo el mundo se celebraron el pasado sábado 20 de julio los 50 años de la llegada del hombre a la Luna. Para esa empresa, hubo varios involucrados directos e indirectos que aportaron para que Neil Armstrong diera sus pasos en suelo lunar.
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Y entre esos directos, está Ford. No hubo autos entre medio, pero la marca del óvalo fue actor principal en el desarrollo de la llegada del Apolo 11 al satélite por la construcción del Centro de Control de Misiones (CCM) que la NASA usó en Houston.
En 1961, Ford compró la compañía Philco, especializada en transistores y tecnología de transmisión. Dos años después, peleaba palmo a palmo quedarse con la licitación de la creación del centro. Entre varios gigantes de la tecnología de la época, Philco-Ford se hizo cargo de varias tareas fundamentales en el proceso.
El diseño de sistemas de hardware y software para resolver problemas que nunca se habían experimentado y la fabricación, instalación, puesta en marcha y pruebas del centro de control, incluyendo datos y enlaces de control a los sitios de seguimiento remoto de la NASA fueron algunos de los trabajos hechos por la compañía.
En 1965, el CCM estuvo en funcionamiento y su primer trabajo fue el monitoreo de la misión Gemini. En los años siguientes, la tarea fue perfeccionar su labor hasta que llegara el momento del salto a la Luna, que hizo en 1969 el Apolo 11.
En el satélite, los astronautas realizaron experimentos y recopilaron materiales de la superficie. Desplegaron el Paquete de Experimentos Científicos Apolo Temprano (EASEP), que permanecería en la Luna y monitorearía las condiciones ambientales, un esfuerzo conjunto entre NASA, Philco-Ford e IBM y que fue de tal calidad que se mantuvo transmitiendo un año más.
Tras el “Gran Salto”, el trabajo siguió con monitoreos a nuevas misiones, como Skylab, Apolo-Soyuz y eventualmente al Transbordador Espacial. Renombrada Ford Aerospace en 1976, la compañía se expandió a los servicios de comunicación satelital y, a principios de los 80, la mitad de los satélites comunicacionales en órbita eran de Ford.
La travesía espacial finalizó en 1990, cuando Ford Motor salió tras la venta de la división a Loral Corporation, pero el trabajo de años de la empresa se mantuvo. Por eso, también celebran el hito de poner a un hombre en la Luna.