A comienzos de la década, Mazda apostó a una revolución en la concepción de sus modelos. A partir de la filosofía japonesa Jinba-Ittai, la marca nipona hizo un importante vuelco a su portafolio, generando que cada vez se posicione más arriba, más cerca del segmento premium, pese a lo acotado de su line-up. Con tecnologías como SkyActiv y el concepto de diseño Kodo, todo cambió.
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Hoy, da un paso más en ese sentido, presentando el nuevo Mazda 3, que la propia marca señala como primer ejemplar de la nueva generación de productos, donde Jinba-Ittai se exacerba.
La cuarta generación del modelo (que, antes, supo ser el 323 y el Artis), llega bien centrada en la experiencia de manejo. Por eso es que el Jinba-Ittai es tan relevante. Pero… ¿qué es eso de la filosofía Jinba-Ittai? Es un proverbio japonés que significa jinete y caballo en perfecta unidad. Pero, en realidad y para entender íntegramente el concepto hay que navegar en las tradiciones niponas, donde ya que el concepto proviene de los arqueros Yabusame, quienes tenían que practicar su puntería con sus flechas, tirando al blanco mientras montaban un caballo en movimiento. Al ir sin las riendas tomadas, el jinete necesitaba tener una conexión total con su montura, para conservar la trayectoria deseada, ya que el animal sabía que hacer a partir del movimiento del tronco y las piernas del humano. De eso se desprende que ambos lograban una unión perfecta. Y es ése concepto el que resalta en esta renovación completa y real del Mazda 3.
El nuevo 3 se fabrica en Japón, en una nueva plataforma compacta de la marca, que pronto también será la base del 2 y del CX-3. En esta cuarta generación, uno de los aspectos relevantes que podría incidir en la experiencia de manejo es que la suspensión trasera deja de ser independiente multibrazo para reinstalar un eje de torsión. Suena a un paso atrás. Pero, al volante o viajando en el auto, el cambio es poco incidente en un vehículo bien equilibrado y de andar atildado, sin excesos de bríos como suele ocurrir en este modelo.
Al margen de ese aspecto, la construcción ligera y las mecánicas SkyActiv, el cada vez más mejorado diseño Kodo, un alto nivel de equipamiento, una mejora en los materiales y la percepción de calidad, así como una siempre sólida sensación de solidez conductiva mantendrán al nuevo Mazda 3 como líder en el segmento C de automóviles, donde posee –redondeando- un cuarto de participación de mercado ya sea entre los hatchbacks y los sedanes.
El Mazda3 mantiene las versiones hatch y sedán, totalmente diferenciadas en su carrocería, en la que sólo comparten el capó.
El cinco puertas tiene una orientación deportiva, mientars que el cuatro puertas es más sobrio y familiar. Por eso, el primero luce muchos detalles en negro brillante (parrilla, faldones, paragolpes), y el segundo luce cromados.
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Es acá donde entra como aspecto relevante el diseño Kodo. Porque al margen de diferencias muy menores en las medidas respecto de la tercera generación, ahora se opta por líneas más simples, con menos cortes, menos ángulos, y una fluidez que encanta.
Mazda indica que los diseñadores plasmaron la consigna “Car as Art”, con una clara propuesta de creatividad artística, donde destaca la búsqueda de reflejar, cambiando la anterior sensación de movimiento de la primera fórmula del Kodo.
La austeridad, el menos es más, se refleja en la eliminación de la antena, las chapas y la complejidad de los grupos ópticos.
También hay una silueta más deportiva en ambas versiones, con una trompa que tiende a apuntar hacia abajo, una clara caída de la línea del techo en el hatch, lunetas muy reclinadas en ambos, y un maletero corto y levemente levantado en el sedán. Todo, muy bien logrado. Demasiado, incluso.
El interior destaca por una mejora en la apreciación de calidad.
Una fijación con los detalles que hace ver que los detalles de los acabados son hechos a mano, casi (que no es así, por cierto), dan una apariencia de un auto de mayor precio y segmento del que es realmente este Mazda 3.
Acá también se apuesta por el minimalismo.
Donde no escatimaron es en el crecimiento de más de pulgada y media de la pantalla, que ahora es de 8,8 pulgadas, pero ya no táctil y alejada del piloto, para hacerla más visual y ergonómica. Ahora, por seguridad también, no queda a distancia para ser manipulada por el conductor, que debe usar el mando central, más sencillo aunque no tan intuitivo como otros. Pero, por fin, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
Tanto el tablero como el volante son nuevos también, logrando armonía entre lo analógico y lo digital. La habitabilidad tiene un upgrade importante gracias a la reforzada aislación, minimizando los ruidos de la rodadura, del viento y del motor y potenciando la experiencia con los doce altavoces Bose (según la versión).
SkyActiv, conjunto de tecnologías enfocadas en la construcción, los componentes mecánicos y los motores de la generación reciente de Mazda, se presenta en las mejoras de la suspensión delantera McPherson, con una nueva barra de torsión atrás. La marca indica que esta arquitectura, si bien menos sofisticada, ofrece al Mazda 3 una “mayor velocidad de respuesta, mejor estabilidad y precisión, menos peso y mejora el acceso al maletero”.
El nuevo 3 añade también el sistema de reparto de par entre las ruedas G-Vectoring Control, ahora en versión Plus, que implica el uso de los frenos para incrementar la estabilidad y el control en rectas y curvas.
El Mazda 3 2020 ahora llega sólo con motores de 2 y 2,5 litros, SkyActiv-G, dejando atrás definitivamente el ya anticuado motor de 1,6 litros. Ofrecen, según la cilindrada, potencias de 153 y 186 hp, con un par que llega a los 200 y 252 Nm, respectivamente.
Respecto de los paquetes de equipamiento, se añade el nivel S, de entrada, disponible en ambos modelos asociado al motor dos litros y caja manual.
Incluye 7 airbags, frenos ABS, control de estabilidad, anclajes isofix, sistema keyless, vidrios y espejos eléctricos, sistema de infoentretenimiento Mazda Connect con pantalla de 8,8”, Apple CarPlay y Android Auto, bluetooth, volante multifunción, sistema de audio con 8 parlantes, freno de mano eléctrico, aire acondicionado, sensores traseros, sensor de lluvia, llanta de aleación aro 16 y luces Full LED.
El siguiente nivel, V, está disponible en ambos modelos con el motor dos litros y cajas MT y AT, ambas de seis marchas, y suma a lo anterior llantas de 18 pulgadas, espejos laterales abatibles, volante forrado en cuero, cámara de retroceso, sunroof (sólo versiones AT), climatizador bizona y control crucero, entre lo principal.
Finalmente, el nuevo paquete GTX, asociado exclusivamente al motor 2,5 y a la caja automática, añade asientos delanteros calefaccionados, con ajuste eléctrico (conductor) y tapiz de cuero, navegador GPS, paddle shift, sistema de audio Bose, head-up display, sensor de punto ciego y alerta de tráfico cruzado.
El Mazda3 parte en 12.990.000 pesos para el sedán y hatchback, en versión S MT, y llegan a los 17.990.000 pesos (sedán 2,5 GTX AT) y 18.490.000 pesos (HB 2,5 GTX AT).
La marca estima vender unas cuatro mil unidades del nuevo modelo en un año, pero por ahora y hasta fines de 2019 seguirá ofreciendo la actual generación del modelo, aunque a precios más accesibles.
El modelo ya está en preventa. Hasta ahora, sólo para clientes de Mazda. Aunque inmediatamente se abre, este fin de semana, para público general. Todo en la plataforma digital de la marca. Desde septiembre se entregan esas unidades y ahí aparecerán en las sucursales de los concesionarios de la marca.
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