Durante agosto se incrementa el interés de los chilenos por adquirir un vehículo a través de financiamiento. Según datos de ComparaOnline, durante este periodo el número de usuarios que están comparando un crédito automotriz aumenta en más del 100% en comparación a los meses previos.
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Para quienes están buscando alternativas de financiamiento, en la plataforma recomiendan las mejores opciones para contratar, ya que hay varios factores que inciden en la decisión del cliente a la hora de la compra. A continuación te damos a conocer las principales alternativas para adquirir un auto.
El primero es el crédito automotriz convencional, el más conocido y que se paga en cuotas mensuales fijas. El cliente debe pagar un pie, que por lo general es del 20% del valor del auto, y el 80% restante se paga con cuotas que pueden ir desde los 6 hasta los 60 meses.
La segunda alternativa es el crédito express. Este está enfocado en aquellos clientes que les gustaría pagar el auto al contado, pero no tienen todo el monto. Para eso, el cliente puede dejar un pie alto, por ejemplo del 50%, y el saldo restante lo paga en cuotas.
Por último está la compra inteligente, enfocada para quienes buscan renovar el auto en el corto plazo. El cliente también debe dejar un pie, que en general es del 20% del monto del vehículo, se le otorga el 30% del valor del auto en crédito, quedando el 50% restante a definir según lo que prefiera el usuario.
Cumplido el plazo, el cliente tiene tres alternativas para saldar el monto restante: renovar el auto, accediendo a un nuevo crédito, quedarse con éste o pagarlo. En el primer caso la automotora tasa el auto para recibirlo como parte de pago del saldo. Si la tasación del auto es mayor al valor de la deuda, se tendrá un saldo a favor para usar como pie para el nuevo auto.
Si la opción es mantener el vehículo, es necesario que el cliente pague una cuota equivalente al 50% o 40% del valor del auto cuando estaba nuevo. Este valor es informado al momento de la venta, se denomina VFMG (Valor Futuro Mínimo Garantizado) y corresponde al valor que tendrá el auto dentro de dos o tres años, según sea el plazo del crédito.
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Esta cuota se puede refinanciar, pagar con recursos propios o solicitar un crédito a otra institución financiera. La desventaja de esta alternativa es que al sumar el pie inicial lo pagado al comienzo y el “cuotón”, el costo total del auto será mucho mayor que si se compra con un crédito automotriz convencional. A menos que se tenga la posibilidad de venderlo a un precio mucho mejor que el que paga la automotora, esta alternativa no es muy conveniente para el bolsillo.
Si va a devolver el auto, la automotora tasa el auto para recibirlo como parte de pago y saldar el crédito. Al igual que en la renovación del vehículo, en caso que el VFMG sea menor a la tasación del auto, se tendrá un saldo a favor que se devuelve. Algunos factores que inciden en el precio final es el kilometraje y la instalación de accesorios.
“La opción más conveniente va a depender de las prioridades de cada persona. El crédito inteligente está pensado para aquellos que deciden cambiar su vehículo con relativa frecuencia, a diferencia del convencional, que es un tipo de financiamiento pensado para un consumidor que da preferencia al pago completo para tener el auto a su nombre”, explica la gerenta de Productos Financieros de ComparaOnline.cl, Alison Scheuch.