Tacómetro

El legado del fallecido Ferdinand Piëch, el hombre que transformó Volkswagen

El ingeniero murió a los 82 años dejando importantes huellas, desde la creación del grupo, la adquisición de marcas y hasta un título de fútbol.

A los 82 años y producto de consecuencias de un ataque sufrido el domingo, falleció el ingeniero austriaco Ferdinand Piëch, antiguo director general de Volkswagen y que fue uno de los responsables de la transformación de la marca alemana a lo que actualmente conocemos.

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Nacido en Viena en 1937, Piëch era nieto del fundador de Porsche, Ferdinand Porsche, y comenzó su carrera en los autos en 1963 en la misma compañía. Pasó por Audi, donde fue director general, y llegó a Volkswagen, donde estuvo hasta 2015, cuando renunció a su cargo por problemas con el director ejecutivo de la marca, Martin Winterkorn.

Como parte de Porsche, Piëch fue responsable de la creación de dos de los modelos de competición más importantes de la marca, el 908 y el 917, este último bicampeón de Le Mans. Tras algunos roces, pasó a Audi, donde se encargó de darle una nueva vida, con el impulso del Audi Quattro, entre otros elementos, y que dominó el rally mundial en los años 80.

El éxito en la marca de los anillos lo catapultaron a Volkswagen en 1993, en una época de crisis de la compañía. Subsanó las deudas y la convirtió en una empresa altamente rentable sin hacer grandes recortes.

Los logros de Volkswagen y Audi llevaron a la creación del Grupo VAG, que se ha posicionado, con la misma receta aplicada en estas marcas, en uno de los dos consorcios automotrices más grandes del mundo, junto con la japonesa Toyota. Bajo su mandato, se incorporaron al grupo diferentes marcas como Porsche, Skoda, Lamborghini, Bentley, Bugatti, Ducati, MAN y Scania.

Los éxitos del trabajo de Piëch se contrastaron con algunos fracasos, como la misma incorporación de Bugatti, una firma que no iba de la mano con la idea de rentabilidad del grupo VAG, el lanzamiento del Volkswagen Phaeton, que debió cortarse por su superposición con Audi así como por sus pérdidas monetarias, y el escándalo del Dieselgate, que explotó cuando el austriaco era jefe del Consejo de Vigilancia.

Pero no sólo se quedó en el mundo de la industria automotriz, ya que Piëch también incursionó en otras áreas, también con éxito. Retomó la veta motorsport con Audi y se ha vuelto imparable en Le Mans, con 13 victorias desde 2000, y adquirió en 2002 el VfL Wolfsburg de la liga de fútbol, convirtiéndolo de un club humilde a ser campeón de la Bundesliga en 2009.

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