La quinta generación del SUV más grande de Mercedes-Benz crece. Crece en medidas, en espacio, en capacidades, en seguridad, en equipamiento. Pero, sobre todo, crece en expeciencia para quienes viajan en él.
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Cuando en 1997 la marca alemana abrió su línea ML, que en la cuarta generación de 2016 se transformó en GLE, la apuesta era a liderar el segmento de los SUV grandes de lujo. Y, con esta renovación, Mercedes vuelve a ponerse a tono, alineando este modelo con el resto de su gama, sobre todo en lo que a tecnología y confort se refiere.
Pero el diseño también cambia. Este GLE se muestra como una versión más redondeada del modelo anterior. El frontal es más vertical, pensada en minimizar eventuales lesiones a los peatones en caso de accidentes. Las luces traseras de diseño más delgado y con tecnología LED. Las variantes AMG Line presentan una parrilla más deportiva que se ensancha hacia abajo y toques cromo, además de dos barras angostas a cada lado de la gran estrella, como en los modelos de AMG. El parachoques es más deportivoy las molduras en los pasos de rueda. Algunos toques extra de deportividad están dados por las branquias a cada costado del parachoques frontal y trasero, además de llantas de 20 pulgadas, que también tienen diseño renovado.
El GLE crece 10 centímetros en total y ocho entre ejes, lo que le da 135 litros extra de capacidad al maletero, por ejemplo. Y posibilita otra importante novedad: la tercera corrida de asientos, opcional en las diferentes versiones. Los asientos traseros, en ese caso, tienen ajuste y desplazamiento eléctrico hacia la tercera corrida.
Pero antes de revisar el GLE por dentro, hay otra novedad: sus motorizaciones. Ahora asoman las versiones 300d, 400d y 450. Las dos primeras son diésel, de 2 y 3 litros, de 250 hp y 500 Nm y 330 y 700 Nm, respectivamente. La bencinera luce un seis en línea de tres litros, 367 hp y 500 Nm, que se complementa con un generador EQ-Boost, que le añade 22 caballos y 250 Nm de par según se requiera, transformando esta versión en un Mild-Hybrid. Todos son 4 Matic, pero el primero es 50:50 y los otros dos poseen tracción variable.
Pero volviendo al interior del nuevo GLE, el cambio es notorio, con dos grandes pantallas de 12,3 pulgadas, insertas en un gran panel que generan la sensación de que se trata de una gran pantalla horizontal, tal como se ve en la Clase A.
La primera pantalla es para el cuadro de instrumentos digital, mientras que la segunda, con soporte táctil, es para el sistema multimedia MBUX, al que le puedes hablar para programar el navegador, elegir la música, cambiar los colores de la luz ambiental del habitáculo o fijar el climatizador sin tocar botón alguno.
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En términos de seguridad, las tres versiones que ofrece Mercedes con el GLE cuentan con 9 airbags, frenos ABS con servofreno de emergencia activo BAS (detecta ciclistas o peatones) y control de tracción ASR, frenos adaptativos con función hold en pendientes, freno de estacionamiento eléctrico, sistema antihumedad en frenos, ayuda al arranque en pendiente, control de descenso, extintor, advertencia por desgaste de pastillas y presión de los neumáticos, alerta de cansancio, programa Pre-Safe Sound (emite un ruido blanco por los parlantes antes de una accidente para evitar trauma acústico), asistente de carril, asistente de viento lateral y frenado reactivo con prellenado al levantar rápidamente el pedal del acelerador.
Elementos como el sistema Head-Up Display, el asistente de maniobra con remolque y el llamativo sistema de suspensión hidroneumática e-Active Body Control son opcionales.
Mercedes-Benz ofrece este SUV, en principio, en cuatro versiones. El GLE 300 d 4Matic, con transmisión automática 9G-Tronic, disponible con cinco cinco plazas (USD 72.000) o siete (USD 76.000), considerando el mismo equipamiento, el que incluye luces LED de alto performance, cámara de retroceso, volante deportivo multifunción, sistema multimedia MBUX con navegador, disco duro, comando por voz natural y conectividad, portalón trasero eléctrico y asientos delanteros eléctricos, así como climatizador automático Thermatic.
Le siguen el GLE 400 d 4Matic (USD 98.000) y el GLE 450 4Matic (USD 100.000). Ambas tienen disponible paquete AMG Line, suspensión Airmatic, cámara en 360 grados, cristales tinteados con filtro UV, retrovisores fotosensibles (izquierdo e interior), techo panorámico, insertos en madera de roble, asientos delanteros con memoria y calefacción, asistencia a la conducción, indicador de punto ciego y control crucero con asistente activo de distancia Distronic.
La marca espera comercializar unas 100 unidades en lo que resta del año, y unas 250 durante 2020.
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