Todos saben que usar el teléfono mientras se conduce es un gran peligro, pero está lejos de ser la única causa de distracción al volante. Incluso sin darse cuenta, prácticamente todos los conductores tienen un momento de desatención en el medio de su viaje.
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Comprender qué es la conducción distraída y cómo se puede evitar es el primer paso para desarrollar un comportamiento más seguro. “Casi todos los accidentes de tránsito causados por distracciones pueden prevenirse. Por eso, es importante estar al tanto de las diferentes formas de conducir distraído y los peligros ocultos que representan para que el comportamiento seguro se convierta en un hábito”, dijo el supervisor de Operaciones de Pruebas de Ford Brasil, Robson Jardim
En general, se agrupan los tipos de distracciones en la conducción en tres categorías: la mental (desde hablar con pasajeros hasta pensar perdidamente), la visual (mirar otros elementos dentro o fuera del auto) y la manual (buscar cosas en el auto y sacar las manos del volante).
Por esto, y más allá de usar el celular, hay otras distracciones más comunes, que, sin darnos cuenta, nos afecta el manejo.
- Soñar despierto: es una de las más comunes y una de las más peligrosas. En Estados Unidos, el 62% de los accidentes atribuidos a la conducción distraída fueron causados por soñar despierto, cinco veces más que los causados por conversaciones telefónicas o mensajes de texto.
- Comer o beber dentro del auto: cuando esto pasa, se combinan los tres tipos de distracción y se aumenta las posibilidades de un accidente hasta en un 80%. Eso, sin contar que las opciones de derramar bebidas en el regazo o mancharse aumentan considerablemente.
- Estar enojado o triste: conducir bajo un estado emocional alterado puede aumentar la posibilidad de un accidente en casi diez veces. Relajarse, posponer la partida u optar por otros medios de transporte son buenas alternativas.