A todos nos ha pasado. Asumámoslo. Eso de tener un mal día o derechamente un día pésimo, cuando uno quiere romper con todo el mundo o, por lo menos desquitarse de la mala suerte que te tocó con el primero que se te cruce por delante.
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Pero son cosas que pasan por la mente. Al final uno se traga la rabia y se la saca en el futbolito de la tarde después del trabajo o con los amigos al lado de la parrilla.
Claro que nada de esto se le ocurrió a un conductor súper desquiciado al mando de una Chevrolet Tahoe en una carretera de Texas, que pasó de las amenazas a chocar directamente un auto con un niño en su interior y luego hacer volar a un motociclista que nada tenía que ver en el cuento y sólo pasaba por ahí.
Ahora al conductor se le acusa de asalto agravante y de poner en riesgo a un menor. Así es que, ojo con los agresivos al volante. Mejor no darles cuerda porque, como dice la canción, “la gente está muy loca”…