Kia y Hyundai unieron sus conocimientos en materia de vehículos de conducción autónoma y han comenzado a desarrollar tecnologías de seguridad avanzadas para ayudar a reducir el riesgo de lesiones en los pasajeros de estas unidades.
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Actualmente, los autos autónomos usan tecnologías como cámaras a bordo y sensores de radar, los que determinan el riesgo y previenen accidentes. Sin embargo, los investigadores de las marcas coreanas creen que es necesario más controles especializados ante peligros más repentinos.
En este sentido, desarrollaron un nuevo algoritmo autónomo de control de seguridad en estas unidades para minimizar el riesgo de accidentes y mitigar su impacto. Así, ante un comportamiento del auto para evitar un incidente, el algoritmo determina los movimientos de los ocupantes para optimizar elementos de seguridad como airbags o pretensores de cinturones de seguridad.
Durante el desarrollo, se probaron una amplia variedad de escenarios de conducción autónoma y descubrieron que, al evitar el obstáculo, el automóvil desbalanceó a un pasajero antes de chocar. En estas circunstancias, el pasajero estaba fuera de posición cuando se desplegó el airbag, lo que produce una protección reducida.
Aplicando el nuevo algoritmo, el airbag y el pretensor del cinturón de seguridad se desplegaron de manera más efectiva para proporcionar una protección mucho mayor al pasajero. El algoritmo redujo el ángulo de movimiento del pasajero apretando momentáneamente el pretensor del cinturón de seguridad justo antes de la colisión. Esto estabilizó la postura del pasajero y proporcionó mayor protección al preactivar los airbags laterales y de cortina en el momento del choque.
El nuevo algoritmo autónomo de control de seguridad será aplicado a los futuros vehículos autónomos que desarrollen Kia y Hyundai.
