El 14 de abril de 1927 salía de la línea de producción el primer auto de fabricación sueca, el ÖV4. Con él, Volvo Cars abría el potente camino de su historia, que lo llevaría a transformarse en un referente en la industria automotriz, sobre todo a partir de su énfasis en los desarrollos de seguridad, rasgo que le caracterizado en estos 93 años de existencia.
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“Volvo es una marca que, a lo largo de su historia, ha demostrado ser diferente. Con una serie de innovaciones y tecnologías, ha puesto en el centro de sus preocupaciones a las personas, entregando soluciones en torno a temáticas como la seguridad, la conectividad, el diseño y el respeto por el medioambiente. En Chile nos valemos de esta identidad y sabemos que nuestros clientes llegan a nuestras sucursales porque suscriben con esta filosofía. Estamos felices de celebrar 93 años de existencia reafirmando nuestra misión de entregar una experiencia que ponga en valor cada uno de los principios que hacen de Volvo una gran marca”, señala Alfonso López, gerente general de Volvo Cars en Chile.
El fundador de Volvo, Assar Gabrielsson, vio una oportunidad para la fabricación de automóviles en Suecia y dio vida al primer automóvil sueco producido en masa, un vehículo convencional con un marco de madera de fresno y haya, ruedas de artillería, un motor de válvula lateral de 1,9 litros, cuatro cilindros, capaz de generar 28 CV a 2.000 rpm.
La herencia de la marca en estos 93 años cuenta con un principio fundamental: hacer más fácil la vida de las personas. Por eso, la nueva era de Volvo se sustenta en una serie de pilares que operan como denominadores comunes en cada uno de sus procesos productivos: la seguridad, la calidad y el respeto por el medioambiente. Modelos como el PV444 en la década de 1950, la modernidad del P1800 en los 60 y otros tantos modelos icónicos, ya encarnaban estos pilares y han permitido que la marca se apropie de un lugar privilegiado en la industria.
Recientemente, en 2019, la marca celebró los 60 años de uno de los inventos que cambiaron para siempre la industria automotriz. Gracias al trabajo de investigación del ingeniero Nils Bohlin, en 1959 Volvo incorporó el cinturón de seguridad de tres puntas en los modelos 121 Amazon y PV544. El diseño final de Bohlin prácticamente no ha cambiado desde entonces, y ha contribuido de una manera significativa a salvar vidas o reducir lesiones durante las últimas seis décadas. Esta innovación no solo fue importante por su eficacia, sino también por la decisión de Volvo Cars de dejar libre la patente para que todos los fabricantes pudieran aprovechar la tecnología.
Pero, además de este hito, Volvo ha continuado con el desarrollo de diversas tecnologías para el mejor funcionamiento de sus vehículos. Un ejemplo de esto es que, en 1976, Volvo creo la sonda Lambda, para la detección de oxígeno, que permitió reducir las emisiones contaminantes en un 90 por ciento. Ahora, a más de 40 años de su aparición, prácticamente todos los autos a gasolina del mundo llevan una.
Volvo también ha trabajado en la creación de una serie de tecnologías que en la actualidad forman parte de la mayoría de los autos del mundo. Entre las más importantes, la marca sueca desarrolló el airbag de cortina y el sistema de protección cervical, en 1998. También el sistema de detección de punto ciego (BLIS), en 2003, mientras que en 2008 la firma escandinava estrenó el sistema City Safety, tecnología exclusiva de Volvo que utiliza la detección por láser para calcular la probabilidad de colisión con el auto antecesor mientras se viaja hasta a 50 km/h. Si el conductor no frena, el auto lo hace automáticamente.
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En la actualidad, Volvo Cars es una de las marcas de automóviles más conocidas y respetadas del mundo, con ventas de 705.452 automóviles en 2019 en aproximadamente 100 países. Volvo Cars ha estado bajo la propiedad de Zhejiang Geely Holding desde 2010 y, desde ahí, ha experimentado una vertiginosa evolución desde 2015, con el estreno de la nueva generación del XC90, modelo que se ha transformado en el buque insignia de la marca, además de ser el referente para el desarrollo de los demás modelos del portafolio.
Volvo ha anunciado una promisoria gama 100 por ciento eléctrica -denominada Recharge-, que surge como respuesta a su constante preocupación por el medioambiente. El XC40 Recharge P8 es el primer modelo acoplado a esta plataforma, ofreciendo una autonomía de más de 400 kilómetros con una sola carga y desarrollando una potencia máxima de 408 hp.
Además de los avances tecnológicos de la marca en los últimos años, el ADN de Volvo se ve expresado en diversas acciones que sustentan el compromiso con la innovación y el cuidado de las personas. Una de ellas es el proyecto EVA, iniciativa que, con el objetivo de celebrar los 60 años del cinturón de seguridad, puso a disposición de todo el público y la industria los conocimientos de Volvo sobre seguridad en una biblioteca digital central. La invitación de Volvo es a utilizarla con el objetivo de construir carreteras más seguras para todos y enfrentar el problema fundamental de la desigualdad en términos de desarrollo de la seguridad de los automóviles.
Otra de las innovaciones de la marca, que ha cobrado un valor importante a nivel local, se llama VPS. Esta sigla, que se traduce como Volvo Personal Service, es un sistema de atención personalizado para cada uno de los clientes que se atiendan en un concesionario oficial. Este sistema funciona bajo tres pilares fundamentales: primero, es un servicio en el que los clientes tienen su propio Técnico Personal de Servicio, quien se preocupa de agendar las visitas, cuidar los autos y explicar el trabajo de taller. Segundo, la marca aprecia el valor del tiempo de sus clientes y los recibe a la hora previamente acordada. Y tercero, Volvo garantiza el tiempo que toma cada una de las acciones que se llevan a cabo en el taller. Mientras se lleva a cabo el trabajo, los clientes pueden esperar su auto trabajando en un ambiente agradable y acompañados por un buen café.
Para el futuro, la marca con sede en Gotemburgo se ha trazado una serie de desafíos ligados a la innovación. Con las personas como el centro de sus objetivos, Volvo ha declarado que para el 2025 los usuarios recuperen una semana de tiempo de calidad al año con los nuevos vehículos Volvo. Además, también para 2025, la marca planea que el 50 por ciento de sus ventas corresponda a vehículos electrificados. Finalmente, Volvo Cars tiene la visión de que nadie debería sufrir lesiones graves o fallecer en un nuevo Volvo.
Las necesidades de movilidad están evolucionando y esto es algo que Volvo Cars ha visualizado desde hace tiempo. Es por esto que constantemente trabaja en diversas soluciones para ofrecer una experiencia de viaje segura y respetuosa con el medio ambiente y que sea, al mismo tiempo, personal y confortable. Una visión de futuro que, a 93 años de su creación, pretende posicionar a Volvo como una marca líder en la industria automotriz global.
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