El 2010 cerrará como uno de los tres años más calurosos de la historia

Es “casi seguro” que 2010 cierre como uno de los tres años más calurosos de la historia, advirtió el jueves la agencia meteorológica de Naciones Unidas, que agregó que la década de 2001-2010 fue sin duda el decenio más cálido desde que comenzaran a llevarse registros meteorológicos en 1850.

Los datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) difundidos durante la conferencia climática de la ONU confirmaron una tendencia al calentamiento que se ha prolongado durante décadas, que los científicos atribuyen a la contaminación creada por el hombre, que atrapa el calor en la atmósfera.

El secretario general de la OMM, Michel Jarraud, dijo que las temperaturas de este año hasta octubre alcanzaron niveles casi récord. Los datos de noviembre y diciembre se analizarán hasta principios de 2011, pero se espera que sean ligeramente más fríos de lo normal.

Sin embargo, hay una “posibilidad significativa de que 2010 sea el año más cálido”, dijo Jarraud a los periodistas.

Los inviernos fríos en Europa —sin contar las nevadas tempranas y las temperaturas frígidas que ahora sufre Gran Bretaña y las partes septentrionales del Viejo Continente— significan que fue el año más frío para los europeos desde 1996, dijo Jarraud, pero advirtió que eso “no refleja el promedio mundial”.

Los otros dos años extraordinarios fueron 1998 y 2005. Jarraud dijo que estos tres años calurosos tuvieron apenas una diferencia marginal el uno del otro, de 0,02 grados centígrados (0,036 Fahrenheit).

Este año también hubo acontecimientos sorprendentes en el clima: una ola de calor mortal en Rusia durante el verano, con temperaturas que alcanzaron un máximo récord en Moscú de 38,2 grados centígrados (poco más de 100 grados Fahrenheit). Las devastadoras inundaciones en Pakistán fueron parte de la misma anomalía en el clima, dijo Jarraud.

Aunque este año no hubo huracanes o ciclones catastróficos, hubo lluvias fuertes que azotaron Australia e Indonesia, inundaciones en Tailandia y Vietnam, y sequías en la cuenca del Amazonas y el suroeste de China.

El informe fue divulgado mientras parecía aumentar la posibilidad de que la cumbre concluya con un acuerdo limitado sobre el cambio climático, luego que Estados Unidos y China se acercaron en un elemento clave: cómo monitorear las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los analistas han dicho que un entendimiento sobre la medición de emisiones sería un paso importante que podría sacar del estancamiento a los esfuerzos para la reducción de contaminantes, que los científicos afirman han provocado el constante ascenso de la temperatura mundial en las décadas más recientes.

Después de una serie de cáusticas reuniones posteriores, el tono de la conferencia de Cancún de 193 naciones parece haber mejorado considerablemente, especialmente entre Estados Unidos y China. El año pasado ambos gobiernos se acusaron mutuamente de renegar de sus compromisos y socavar las conversaciones.

El máximo objetivo de las negociaciones es lograr un tratado que reemplace al Protocolo de Kioto de 1997, que requería que 37 países y la Unión Europea redujeran sus emisiones en un 5% hasta 2012. Estados Unidos rechazó el acuerdo, parcialmente porque no le hacía demandas a los países emergentes de rápido crecimiento, como China y la India.

Un acuerdo sobre la llamada Medición, Notificación y Verificación de contaminantes (MRV por sus siglas en inglés) sería muy alentador para los negociadores, aunque todavía deben allanarse los detalles.

El gran problema es cómo las naciones dan cuenta de sus compromisos para limitar las emisiones y hasta qué punto permitirán que otros países revisen sus registros.

Es uno de varios puntos que los negociadores desean adoptar en Cancún como parte de un paquete que tenga algo para todos.

El principal negociador de China, Su Wei, dijo que las diferencias con Estados Unidos sobre la MRV “no son muy grandes”.

“En general, ambos países desean promover el proceso” y salir de Cancún con un acuerdo, aseguró.

Sin embargo, otros puntos que son importantes dentro del nuevo tratado de calentamiento global, como los compromisos a largo plazo para la reducción de emisiones, parecían infranqueables y fuera del alcance de cualquier resolución durante la conferencia anual de dos semanas.

La reunión de Cancún es la primera que se realiza desde la cumbre de Copenhague en diciembre, que echó por tierra la expectativa inicial de un amplio tratado sobre la reducción de emisiones y en cambio concluyó con una breve declaración de principios que no llegó a la aprobación unánime requerida.

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