El “spanking”, el gran juego del placer

El “spanking” o el “arte de la nalgada” es uno de los grandes juegos sexuales de dominación. Según Mistress Susan, una dominatriz con 15 años en el negocio de la humillación, y el sometimiento voluntario, a lo largo de ese tiempo ha visto cientos de varones que solicitan ser amarrados y esposados. 

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En una entrevista concedida al diario La Nación, de Argentina, hay otros  hombres que le piden que, por favor, camine con sus zapatos de tacón de aguja sobre sus espaldas. Sin embargo, hay románticos que no cambian clásicos como la palma de la mano sobre las nalgas.

Según la experta, el “spanking” es uno de los juegos favoritos de dominación. Es tradicional el uso de las manos, palmetas, varillas y látigos que pueden ser de cuero o de materiales más gentiles. 

Pero la cosa no es llegar a repartir nalgadas a lo loco.

¿PALMADA O NALGADA?

-La introducción es fundamental, dice la experta. “Hay que decirles: ‘Te has portado mal esta semana’”…

-Hay clientes que piden sólo una hora (fundamentalmente de nalgadas), pero la sesión puede durar toda una tarde si se intercalan otros juegos.

-Lo ideal es colocar a las “víctimas” sobre las rodillas, aunque existen múltiples posibilidades

-Hay que tener cuidado de no maltratar tanto. Es un juego, no una tortura.

La experta no tiene sexo con sus clientes. Una vez que comienza la estimulación a través del spanking, ellos solos se dan placer.
 

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