Del ranking, publicado en la revista Forbes y realizado por el Centro Nacional de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago, se desprenden dos conclusiones: los más felices no son los mejor remunerados, aunque sí son quienes más se entregan a los demás.
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En el primer lugar se encuentran los sacerdotes y en el segundo los bomberos. El 80% de ellos se considera “muy satisfecho” con su tarea, pues implica ayudar a la gente. En tercer lugar se ubican los fisioterapeutas, quienes sienten que facilitan la “interacción social”.
En el cuarto lugar están los escritores, porque -aunque ganan pocos- son felices por la “autonomía” que sienten al plasmar sus ideas en el papel.
En quinto lugar se ubican los educadores diferenciales, seguidos por los profesores, trabajo que continúa atrayendo a los jóvenes idealistas, pese a que el 50% de ellos en EEUU abandona la profesión dentro de los 5 primeros años de ejercicio.
También produce alta satisfacción ser artista y sicólogo. Estos últimos, al parecer, han logrado resolver sus problemas para resolver los de los demás, según especula el estudio.
Cierran la lista los vendedores de servicios financieros (por la alta remuneración que reciben) y los operarios de maquinaria pesada, que encuentran su trabajo “divertido”.