Edición Verde: Estos bosques verticales salvan ciudades

Nuevas construcciones pueden embellecer las ciudades, limpiar el aire y proporcionar alimentos

En el mundo 1 CapitaLand. Jardín vertical en Singapur: fue obra del diseñador francés de jardines Patrick Blanc, especializado en muros vivientes. Decora las oficinas de CapitaLand, el gigante de los bienes raíces en Asia. 2 Phyto Universe. Jardín de techo en Nueva York: el lugar, considerado un oasis de belleza natural en Manhattan, tiene un jardín de 280 metros cuadrados con un total de nueve mil plantas.  3 La torre de flores de E­douard Francois en París: el edificio de 30 departamentos es una jungla de vegetación. Francois planea construir un bosque vertical que estará terminado en 2014.

Las ciudades que conocemos son junglas de asfalto, distantes de las frescas brisas de los bosques frondosos. Sin embargo, ahora puede ser distinto: en Milán se está construyendo un rascacielos con árboles en cada piso, el primer bosque vertical del mundo.

Estos santuarios de vegetación podrían embellecer las capitales de todo el mundo en el futuro. Son reconocidos sus beneficios: capturan el carbono de la atmósfera y sirven como hogar de varias especies de animales.

El nuevo Bosco Verticale de Milán tendrá 27 pisos de departamentos, cada uno rodeado de una pequeña arboleda, incluyendo ar­bustos. En total, el edificio dará albergue al equivalente de un bosque de una hectárea (10 mil metros cuadrados).

La obra todavía está en construcción, pero forma parte de una tendencia mundial. “Muros vivientes y techos verdes son parte de las nuevas construcciones en las ciudades de todo el mundo”, reveló Stephan Barthel, especialista en servicios de ecosistemas urbanos en el Centro de Resiliencia de Estocolmo (Suecia).

La razón por la que se viene imponiendo es que: “Va mano a mano con la urbanización global. Desde hace 40 años el mundo tenía que construir ciudades para miles de millones de personas. Por primera vez en la historia los humanos somos seres urbanos. Por esta razón, debemos construir un entorno natural en nuestras ciudades”, expuso Stephan Barthel.

Los bosques verticales favorecerán a los residentes del edificio, pues tendrían un mini-parque a un paso de su puerta. Pero también aportan otros beneficios. “Los árboles mejoran la calidad del aire, absorbiendo humo y dióxido de carbono. Esto evitará la aparición de frecuentes enfermedades respiratorias. También se reduce el ruido y la temperatura. Dependiendo del tipo de árboles, se da albergue a cierto tipo de flora y fauna local”, explicó.

Con este tipo de bosques se crearían ciudades con mejor calidad alimenticia, suministrando frutas, nueces y bayas. Incluso se pueden fabricar medicinas.

El agua sería reciclada para fertilizar los bosques. La madera se utilizaría para encender estufas eficientes.

No todos los árboles y animales pueden habitar rascacielos. “Hongos, plantas e insectos estarán allí, pero no todo el rango de animales que viven en los bosques naturales. El tipo de árboles también es limitado, pues algunos forman raíces muy profundas y podrían arruinar el edificio”, afirmó Michel Pimbert, jefe de Investigaciones en Agricultura del Instituto Internacional de Ambiente y Desarrollo.

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