Durante casi nueve meses, la inglesa Amanda Ross no tuvo ninguna sospecha de que estaba embarazada. Sin embargo, un día sintió fuertes dolores de estómago los que motivaron que junto a su esposo, Paul Dean, se dirigieran a un centro asistencial donde una enfermera le informó que estaba esperando un bebé y que probablemente tenía 8 meses de gestación.
Según relata Daily Mail, pese a ello la mandaron de vuelta a su casa. Pero a las pocas horas, el marido resolvió volver con ella al hospital, donde fue internada, lugar en la que fue sometida a una cesárea.
“Cuando me dijeron que estaba embarazada mi primera reacción fue de puro terror. Yo pensé: ‘Oh, Dios mío, podría haber hecho esto hace 10 años, pero ya estoy en mis 40’. Fue un gran shock y aún no puedo creerlo. Me va a tomar un tiempo acostumbrarme”, dijo la mujer al medio inglés.
En cuanto a la recién nacida, fue bautizada como Chloe y pesó un poco más de dos kilos. Amanda Ross estuvo en el hospital durante seis días antes de ser dada de alta.
“No tenía idea de que estaba embarazada. No tenía antojos ni sentí patadas ni enfermedades en la mañana, nada. No teníamos nada preparado, pero afortunadamente nuestras familias han colaborado mucho y nos han conseguido todo lo que necesitamos”, explicó.
