“Reducción de Daños”, una nueva actitud frente a las drogas

El enfoque surge como alternativa a la forma tradicional de tratar el tema como “enfermedad”. Entre los puntos que proponen la OEA, el Hogar de Cristo y la Fundación Paréntesis, se destaca despenalizar efectivamente el consumo de drogas y modificar el Artículo 4 de la Ley 20.000

Sandro, 37 años, en situación de calle desde niño, actualmente viviendo en una mediagua con su madre. No se hablan. Su días -todos- los vive ahogándose en alcohol en algún sector de Valparaíso. El fin no parecía lejano.

El programa de tratamiento de la Fundación Paréntesis en el sector estaba trabajando ya con otras personas cuando Sandro, acompañando a un amigo, se acerca al programa ambulatorio y solicita atención. Es hora de dejar el consumo de lado. Se le comienza a atender, principalmente en las calles ya que no logra disminuir el consumo de alcohol. Paulatinamente acude al centro bajo efectos de la bebida y se le atiende sólo escuchándolo. A poco andar comienza asistiendo algunos días sin consumo y logra participar de un espacio con rutina establecida. En un año Sandro pasó de estar todos los días intoxicado en alcohol a sólo hacerlo los fines de semana.

Este porteño es uno de los tantos ejemplos en los que se basa la política de “Reducción de Daños” para combatir la adicción a las drogas y alcohol que promociona Paréntesis, fundación Hogar de Cristo, y que es promovida por la mismísima OEA que cuestiona directamente la mirada hegemónica de guerra contra las drogas, exigiendo una “actitud más abierta a entablar un diálogo acerca de las actuales políticas y (…) una disposición a experimentar enfoques no tradicionales hacia el tema”.

El enfoque de “Reducción de Daños”, a mediado de los 80, surge como una alternativa a la forma tradicional y predominante de abordar los problemas asociados al uso de alcohol y otras drogas, la que desde una concepción del uso de sustancias como “enfermedad”, exige la abstinencia total, inmediata y para siempre como condición para el apoyo terapéutico y que adicionalmente la establece como la única meta aceptable para un tratamiento.

“Esta mirada hegemónica se ha transformado en una barrera para miles de personas que por diversas razones no pueden o no quieren plantearse la abstinencia como objetivo, dejándolos excluidos de las respuestas sanitarias disponibles, situación que ha golpeado con mayor fuerza a los colectivos más vulnerables y excluidos, no sólo de nuestro país sino que a nivel mundial”, apunta Sergio Chacón, director social de Fundación Paréntesis.

En este marco, según IHRA, la “Reducción de Daños” hace referencia a políticas, programas y prácticas orientados a reducir las consecuencias adversas a la salud, sociales y económicas del uso legal e ilegal de drogas psicoactivas, proponiendo una nueva mirada, otra actitud ante la complejidad del uso de sustancias, especialmente centrado en poblaciones severamente excluidas, donde a las dificultades directamente asociadas al uso de drogas se suman historias y condiciones de vida marcadas por vivencias traumáticas, pobreza, abuso, discriminación, en definitiva sufrimiento social y psicológico importante.

“(Esta política busca) el establecimiento de un vínculo de confianza, basado en la empatía, aceptación y participación de las personas, son pilares del abordaje terapéutico de Reducción de Daños, que finalmente logra encontrarse con las personas dónde ellas están, no sólo respecto de su motivación, si no físicamente en muchas casos particularmente con las personas que se encuentran en situación de calle”, agrega Chacón.

Bajo esta misma lógica es que entre las propuestas del Hogar de Cristo para tratar el tema del uso de drogas y alcohol se encuentran también el considerar la despenalización efectiva del consumo de drogas como base de cualquier estrategia de salud pública; el retiro del cannabis y sus derivados de la lista de sustancias capaces de provocar dependencia y graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud; y la modificación del Artículo 4° de la ley 20.000 que instaura la figura penal de porte de drogas.

“Se sugiere que el Ministerio Público, en coordinación con el Instituto de Salud Pública y el Instituto Médico Legal definan y protocolicen la cantidad de droga y las circunstancias de su tenencia que diferencia el tipo penal entre el consumo y el porte, así como entre el porte y el tráfico de drogas para evitar la posible penalización de los consumidores”, apunta Paulo Egenau, director ejecutivo de Fundación Paréntesis.

“Considerando que internacionalmente es un hecho reconocido que la llamada ‘Guerra contra las Drogas’ ha tenido resultados muy limitados en la desarticulación del narcotráfico y que adicionalmente ha implicado consecuencias nefastas para los usuarios de drogas en términos de persecución penal, cualquier paso que demos como país y como región, que signifique mover las respuestas referidas a la situación de los usuarios desde lo penal hacia lo sanitario, es un avance en la dirección adecuada”, comenta Chacón.

En cuanto a la reinserción, la política de “Reducción de Daños” habla de que dependerá de cada persona, pues para algunos implicará reencontrarse y reparar vínculos con sus familias, en otros capacitarse e insertarse laboralmente, en algunos retomar y terminar sus estudios, en otros salir de la calle y encontrar un lugar digno donde vivir.

“Cuando una persona tiene problemas con su consumo y busca ayuda, debe contar con alternativas que satisfagan sus necesidades únicas y específicas. Las personas llegan a tener problemas con las drogas por diversas razones, muchos han encontrado en las drogas un alivio a historias de pobreza, violencia y victimización. Entendemos la reinserción como un serio y respetuoso proceso de acompañar a las personas desde sus únicas e irrepetibles experiencias de vida, hacia el descubrimiento de sus intereses y motivaciones en su proyección de vida”, comenta Egenau.

Así lo hizo Sandro, quien se reencontró con su hija, lo que lo obliga a no beber y a asearse para poder visitarla. Además, trabaja como vendedor ambulante, lo que lo hace ocupar su tiempo y sentirse valioso.

Las propuestas ya fueron entregadas al Gobierno…

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