Recientemente, un grupo de investigadores de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins (aquí, en inglés) descubrió que quienes toman bebidas carbonatadas light consumen más calorías que las personas que beben soda regular.
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Además, detectaron que quienes toman bebidas de dieta tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) más alto y comen más que sus contrapartes.
Otros estudios han comprobado los peligros de las bebidas carbonatadas light ; entre éstos se encuentran daños a los riñones y un incremento de 34% en las posibilidades de sufrir un síndrome metabólico, cuyos síntomas incluyen una gran cantidad de grasa abdominal y elevaciones del colesterol.
Por si esto fuera poco, hace unos años se descubrió que ingredientes como el benzoato de sodio o el potasio de sodio pueden provocar asma y otros padecimientos alérgicos.
Así que lo más sensato que podemos hacer por nuestro cuerpo es tomar agua y lo segundo más sensato que podemos hacer es evitar las bebidas carbonatadas ligeras, ya que son bastante pesadas.