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Hay muchas relaciones en la naturaleza que para los humanos son impresionantes. Una de ellas es la que establecen los parásitos, quienes se alimentan de las sustancias de un organismo, pero desde dentro de él. Unos pueden llegar a matar a su huésped. Este es el caso de los gusanos pelo de caballo, negros y finos, que pueden llegar a medir desde 10 milimetros hasta dos metros de largo.
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Estos gusanos, según informó ABC de España, nacen y se reproducen en el agua. Sus huevos se desarrollan dentro del interior de sus víctimas, insectos y crustáceos. Nacen y, cuando ya crecen lo suficiente, salen del interior de las mismas.
Hay investigaciones que demuestran que algunos gusanos pueden inducir al suicidio. Esto sucede con los grillos, quienes se comportan de manera tan errática, que pueden caer al agua y ahogarse. De allí, sale el gusano y comienza a nadar.
Este gusano recuerda mucho a las microfilaria, parásito que se introduce a través del ano de las personas en el Amazonas, sobre todo cuando hacen sus necesidades en el río, y el cual ha causado la ceguera de más de 500 mil personas. Los médicos hacen grandes esfuerzos para controlar su proliferación.