Violadas, golpeadas y asesinadas: Así presentan a las mujeres en la moda

La moda, como industria, se ha valido de la incorrección política para vender y para generar recordación en sus consumidores. También para generar reflexión y polémica.

En los años 60, la legendaria editora Diana Vreeland rompió todos los esquemas al mostrar a un tipo diferente de mujer, con los editoriales de moda que hizo para Vogue. Casi desnudas, o con estilismos alejados del ideal de mujer de la época (rubia y delicada), marcó un nuevo periodo en la historia de los editores de moda, que vieron infinidades de posibilidades para presentar la ropa de temporada.

Ya en los años 70, el sexo asociado a temas delicados como el racismo, la política o la religión, se crearon verdaderos debates al ser usados para campañas de moda. Benetton ha sido la marca que más ha impulsado esto y en los años 90, con la llegada del ‘porn chic’ (imágenes completamente sexualizadas), de la mano de Tom Ford y el fotógrafo Terry Richardson, la mujer pasó a ser un objeto consumible y se le presentó de manera cruda y sexual.

Pero para el siglo XXI los consumidores, ya más informados y empoderados con las redes sociales, no se lo tragan todo: dos campañas tienen enojados a millones. La primera es la de American Apparel (empresa que se ha caracterizado por asociar la incorrección política a sus prendas), con su línea escolar. Allí, la modelo posa mostrando sus panties, en forma sugerente.

Esto indignó a los tuiteros, que criticaron a la marca de “sexista”, al mostrar la fantasia de ‘Lolita’, niña que provoca sexualmente. La marca está en problemas, por lo menos en el ámbito del social media, ya que sus consumidoras, para esta línea, son principalmente adolescentes.

De igual modo, el fotógrafo indio Raj Shetye levantó ampolla en la India, al recrear de manera “glamurosa” una violación en grupo para una editorial de moda. En un país cuyas mujeres son constantemente brutalizadas y violadas, esto causó verdadera furia, pues se acusó al fotógrafo de recrear la violación en grupo en un autobus hacia una joven, en 2012.

Eso sí, estas campañas no son las primeras de su clase en brutalizar a las mujeres: A Dolce & Gabbana, en 2011, se le criticó por mostrar una violación en grupo, incluso el gobierno español los condenó por “sexistas”.  Pero casas como Lanvin o Calvin Klein también muestran este tipo de violencia hacia las mujeres. Incluso hay un anuncio de Blender donde se ve una modelo descuartizada.

¿Qué se busca con cosificar a la modelo? ¿Cuál es el propósito de violentar a la mujer para vender un producto de lujo o una propuesta de moda? Quién sabe, pero esta tendencia, tan “incómoda” y genial para algunos editores, ya tiene enfurecidas a muchas mujeres en el mundo entero.

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