Frank Maloney es una leyenda en el mundo del boxeo inglés. Durante 30 años de carrera estelar, se forjó un nombre a nivel mundial.
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Pero Maloney sufría en secreto: él quería ser mujer. Pero en un deporte tan machista como el boxeo, eso era casi inimaginable. Por eso, trató de matarse una Navidad, con alcohol y pastillas, informó el Daily Mirror.
Su matrimonio, del que resultaron tres hijos, se acabó por su confusión sexual. Frank, que ahora se llama Kellie, dijo que ya no podía más, y tuvo que acabar con todo, ya que la culpa lo obligaba a vivir una doble vida secreta.
Entonces, decidió irse de su casa y recluirse, pero al final decidió confesarlo todo al mundo. Y al contrario de lo que esperaba, el apoyo de la gente ha sido abrumador. Ahora vive como Kellie, por fin, contento con su vida.