Peter Augustus, conocido también como Master Kong, ha creado una serie de fotografías de comida chatarra. Las imágenes -que encontrarán en la galería- muestran los alimentos más populares del mundo como nunca los habíamos visto.
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Augustus es un estadounidense que vive en Hong Kong. Comenzó a trabajar en estas fotografías desde 2013. Pueden leer sus comentarios a continuación:
¿Cuál es la historia detrás de este proyecto?
“Cuando me mudé a Hong Kong vi una ciudad llena de estimulación visual. Lo que más me impactó fueron las carnicerías de Sai Ying Pun, el vecindario donde yo vivo. Como extranjero que venía de una gran ciudad, para mí es extraño ver a los animales que estoy comiendo. Comúnmente, todo está empacado, lindo, limpio y es exhibido en supermercados con aire acondicionado. “[Pero aquí] debía pasar junto a los locales con cabezas de cerdo, intestinos, globos oculares y corazones que colgaban de ganchos al aire libre. Esta experiencia me obligó a ver estos lugares como algo normal y a aceptar que ahí vendían la comida que terminaba en los alimentos de los restaurantes locales. “Mi trabajo fue un proceso terapéutico personal. Habla de diversos temas y explora la relación que las sociedades occidentales tenemos con la comida que consumimos. Estamos desconectados de lo que realmente comemos y lo que era antes de que estuviera listo para ser consumido. “Tomé las fotos con un fondo blanco y con la iluminación similar a la de un restaurante o cafetería. Tomé los cortes limpios de carne y los remplacé con la parte del animal de la que fue tomada a carne. “Espero hacer que mi audiencia se de cuenta de la verdadera naturaleza de su comida. Creo que el trabajo hace referencia a debates importantes. No quise que fuera repulsivo, solo quería generar consciencia. También hace referencia al largo debate sobre la calidad de los rellenos falsos y las hormonas que se encuentran en los productos de animales que consumimos diariamente”.
¿Cómo lo hizo?
“Hong Kong está lleno de carnicerías sorprendentes. Tienen las partes de los animales colgando de ganchos al aire libre. Encontré un local cercano a mi apartamento y hablé con el carnicero durante un rato, terminé comprando una gran bolsa llena de carne. Después regresé a mi estudio para construir las tomas”.
¿Cuál es la respuesta que ha recibido vía Internet?
“He recibido respuestas positivas y negativas. La mayoría de las personas comprenden lo que estoy intentando hacer. Los comentarios negativos vienen de personas que simplemente reaccionaron a las imágenes sin tomarse el tiempo para leer la historia y reflexionar. Como se pueden imaginar, este es un tema sensible para mucha gente, así que algunos de los mensajes que he recibido vienen con frases que no puedo repetir”.
¿Cómo es que las fotografías comenzaron a compartirse?
“Fue un shock cuando las imágenes se hicieron virales. Todo comenzó con un artículo y al siguiente día ya tenía mi correo lleno. La fama vino cuando los medios internacionales vieron las fotos. Es increíble que hay personas de otros países interesadas en mi trabajo. Leer los comentarios -positivos y negativos- sobre mis fotos es divertido”.