Psicólogos siberianos, de la parte oriental de Rusia, afirman haber logrado un avance sorprendente respecto a la mejora de sus pacientes con el uso de castigos corporales.
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El objetivo de tal práctica es golpear a los pacientes en los glúteos para lograr el propósito médico de devolver la felicidad a las personas que la han perdido.
Esta teoría sugiere que los pacientes adictos o depresivos sufren la falta de endorfinas (hormonas conocidas como ‘hormonas de la felicidad’). Según los especialistas, el dolor estimula al cerebro a liberar estas hormonas, haciendo sentir mejor a los pacientes.
“Los golpes contrarrestan la falta de entusiasmo por la vida que a menudo están detrás de las adicciones, las tendencias suicidas y los desórdenes psicosomáticos”, afirma el psicólogo German Pilipenko, quien brinda estas terapias.
Al respecto una de las pacientes, Natasha de 22 años informó a The Siberian Times que este método, aunque doloroso, le ha salvado la vida.
“Yo soy la prueba de que este tratamiento tan controvertido funciona (…) se lo recomiendo a cualquier persona que sufre de una adicción o depresión. Duele mucho, pero me ha regresado de nuevo a la vida. Sin ello creo que que ahora mismo estaría muerta”, dijo Natasha.
Marina Chukhrova y el doctor German Pikipenko han tratado a más de mil pacientes e incluso están recibiendo visitas de extranjeros que viajan para probar este método poco convencional de “exposición limitada o dolor” como último recurso a la solución de transtorno.
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En la galería de fotos podrán conocer cómo es el método.
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