Las ventajas de un monitor curvo a la hora de jugar

El debate sobre si los televisores curvos suponen una ventaja real o no está abierto: los fabricantes y parte de los medios especializados defienden que una pantalla curva siempre ofrecerá una experiencia más inversiva. Esto, porque se comportan mejor ante los reflejos y poseen mejor calidad de imagen, gracias a la menor distorsión del panel curvo.

Estas ventajas se encuentran si nos situamos en el ‘sweet spot’ (punto óptimo o ideal en español, aunque en el mundo de la óptica se suele usar la traducción literal “punto dulce”) y que, además, son necesarias muchas pulgadas para ofrecer esa sensación de inmersión que nos venden los folletos publicitarios. En el caso de los monitores para gamers, las pulgadas pueden ser menos para lograr el efecto, ya que el jugador se encuentra muy cerca de la pantalla.

«Sweet spot» es la ubicación exacta para disfrutar del efecto inmersivo de una pantalla curva

¿Qué nos ofrecen hoy las pantallas curvas para videojugadores?

Publimetro contactó a Gonzalo Ayarza, key account manager de monitores de Samsung Electronics Chile, quien detalló lo que un videojugador busca en una pantalla plana. «Los consumidores multimedia de hoy tienen grandes expectativas y demandan una experiencia verdaderamente inmersiva y de vanguardia, que les permita aprovechar al máximo el potencial de lo que están jugando o viendo», explicó el experto.

Para lograr entregar esta experiencia, los monitores curvos entregan altas resoluciones, altas gamas de color y diseños ergonómicos. Una de estas pantallas especializadas es el «CFG70» precisamente de Samsung, el cual posee una tecnología denominada «Quantum Dot». Esta tecnología provee mejor luz y gama de colores.

El monitor permite a los jugadores ajustar la posición horizontal y vertical del monitor para una comodidad óptima. Su gama de color es de 125% de sRGB y posee una resolución de 1.920 x 1.080 Full HD. La experiencia de juego es completamente diferente a cuando utilizas una pantalla convencional.

Si complementas una pantalla de estas características con un buen par de audífonos o un sistema de audio surround entre 5.1 o 7.1, la sensación inmersiva estará completa.