Me gustó: la rapidez de su interfaz táctil y las multiplicidad de tareas que se pueden hacer con él.
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No me gustó: su precio y lo poco que dura la batería mientras se está constantemente conectado a Internet.
Lejos la pregunta más recurrente durante estos siete días en que probé el iPad desde la “i” hasta la “d” fue “¿Para qué sirve?”.
Y la respuesta, más allá del cliché “para todo” sólo se encuentra una vez que lo tienes en tus manos. Primero, el iPad no es un teléfono móvil, porque no es capaz de realizar llamadas celulares.
Segundo, no es un computador portátil, porque no está diseñado para realizar tareas complejas como edición de videos o fotografías o siquiera múltiples tareas a la vez (“multitasking”, lo que se remediará con la disponibilidad de iOS 4 en un futuro cercano).
Y tercero, si quieres entrar a la era del futuro, sácate los prejuicios y créete la historia que el iPad es en realidad el puntapié inicial de una nueva categoría de gadgets.
En el iPad, que no mide más de 30 centímetros y que pesa casi un kilo (algo pesado e incómodo de tomar a veces para mi gusto), es posible escuchar música, ver videos en alta definición o HD (con una resolución de 1024 x 768 pixeles), ejecutar alguna de las 25 mil aplicaciones disponibles en la iTunes Store y que van desde videojuegos hasta una tabla de los elementos químicos, por ejemplo.
También puedes navegar en Internet (incluye el navegador Safari de Apple), revisar tus correos electrónicos, tener un GPS, utilizarlo como e-reader y de verdad que más, mucho más.
El iPad, más que un artefacto electrónico es una experiencia. Apple con el iPhone le enseñó a su competencia cómo debe funcionar una interfaz táctil. La mejoró en el iPod touch (por su respuesta, más rápida que en el caso del superteléfono) y hoy se gradúa con el iPad.
Más: el iPad es tanto una experiencia personal como una experiencia colectiva en la que varios dedos pueden interactuar en su superficie al mismo tiempo, lo que antes no era posible en otros aparatos táctiles.
¿Lo malo? La falta de un reproductor Flash. Al navegar en la red se pierden muchas animaciones y streamings de video, por ejemplo. Y claro, el eterno problema de la duración de la batería que al estar permanentemente conectado a Internet puede disminuir incluso hasta menos de la mitad de las 10 horas prometidas por Steve Jobs en su presentación oficial.
En resumen
Versiones: a Chile llegaron el pasado 17 de septiembre 2 modelos y seis versiones: Wi-Fi y Wi-Fi + 3G con capacidades de 16, 32 y 64 GB en cada caso.
Precios: según la referencia de tienda MacOnline, los precios del iPad fluctúan entre los $330 mil y los $550 mil.
Unidad probada: el modelo con Wi-Fi + 3G de 32 GB de capacidad más banda ancha 3G prepago Movistar.
Qué esperar en el futuro: que incluya cámaras y capacidad para Facetime, es decir, que se pueda realizar videoconferencias con otros aparatos con esta característica como iPhone o iPod touch. Disponibilidad del sistema operativo iOS 4 en poco tiempo más, lo que mejoraría las prestaciones del equipo.
5 apps para “sacarle el jugo” a tu iPad
1. Real Racing HD: un título de carreras que entrega adrenalina y sensación de velocidad. Se maneja moviendo el iPad para la izquierda, la derecha, arriba o abajo.
2. Twitter: la app oficial de la red social funciona a la perfección. Es similar a la nueva interfaz de Twitter.com.
3. USB Disk: con esta aplicación instalada podrás cargar y descargar archivos desde y hacias el iPad a través de iTunes.
4. Mac Life: una edición especial del magazine con un número dedicado epecialemte al iPad que incluye trucos y recomendaciones para enchular el equipo.
5. Marble Mixer: un juego simple, pero adictivo para disfrutar entre cuatro amigos.