Cada vez, las redes sociales se llenan de cuentas falsas. Por esto, en sus perfiles de Facebook y Twitter, ustedes podrían tener amigos o seguidores que ni siquiera existen.
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En 2012, Facebook dio a conocer que 83 millones de sus perfiles (casi el 10% del total) eran falsos, aunque expertos señalan que el número podría ser mucho mayor.
En una columna para el diario “The Daily Beast”, Charles Seife, autor del libro “Virtual Unreality” señala que el problema de estos usuarios inexistentes es lo que pueden lograr, como robar información confidencial para crear nuevos perfiles, extorsionar a la gente, analizar patrones de comportamiento y hasta influir en decisiones clave en su comunidad.
Seife comenta que en campañas políticas hay candidatos que compran cuentas de Twitter para aumentar su credibilidad. Esto los hace lucir más serios e incluso puede eliminar a la competencia.
En cuanto a las páginas de Facebook, las cuentas falsas pueden hacer que un mal producto obtenga relevancia. Si una marca eleva el número de “Me gusta”, ésta se podría colocar en el gusto de la audiencia aunque sus usuarios no estén realmente interesados en sus productos.
Charles recomienda identificar a las cuentas apócrifas controladas por robots o por otros usuarios, lo cual es posible hacer observando las descripciones de nuestros seguidores y amigos. Si en el texto que describe a nuestros contactos encontramos gustos extraños (como “amante del tocino”, “especialista en tocino”, “experto en alcohol”, “practicante del alcohol extremo”) puede ser señal de que la cuenta ha sido creada por una máquina y esto podría afectarnos en el futuro.