El trabajo es indispensable en nuestra vida. No sólo nos permite generar los ingresos para mantenernos y progresar sino que también nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades, compartir y socializar.
Por eso, perderlo de un minuto a otro plantea una situación de desprotección que puede parecer inmanejable.
Aquí te recomendamos una forma positiva de enfrentar esta difícil situación.
Quedar sin trabajo cuando superas la barrera de los 50 años puede parecer doblemente complicado. Mientras más años pasan, las posibilidades de reinsertarse en el mercado laboral se hacen más complejas.
Sin embargo, los beneficios y las garantías que el sistema prevé para quienes son despedidos no discriminan, tengas 20, 40 o 60 años.
Si el despido es por necesidades de la empresa, y ésta se rige por el Código del Trabajo, tu empleador debe informarte con 30 días de anticipación y pagarte una indemnización por años de servicio que está definida por Ley.
Infórmate si estás afiliado al Seguro de Cesantía de la Administradora de Fondos de Cesantía de Chile (AFC), destinado a proteger a las personas que quedan cesantes por razones voluntarias o involuntarias. Si es así, puedes acercarte a la AFC y cobrar tu seguro.
Debes informarte bien, porque la mayoría de estos seguros sólo cubren la cesantía por despido del empleador y no por renuncia voluntaria.
Frente a un despido o renuncia voluntaria, lo primero que debes hacer es rediseñar tu situación financiera ajustando tu presupuesto a la nueva realidad. Si no tienes un presupuesto, es el momento de hacerlo.
Prioriza tus gastos y recorta todo aquel que sea prescindible.
Si no puedes hacer frente a tus compromisos financieros, debes repactar tus deudas (tarjetas de crédito, hipotecas, créditos de consumo, líneas de crédito, tarjetas de tienda, etc.) de una manera más conveniente para tu realidad financiera.
En el próximo video te damos algunas sugerencias para que te prepares para encontrar un nuevo trabajo: