La actual pandemia por covid-19 nos ha dado muestras de la importancia de contar con tratamientos efectivos para combatir las enfermedades infecciosas. Hasta ahora la humanidad ha podido combatir muchas de las enfermedades producidas por bacterias gracias a que disponemos de antibióticos eficaces. Sin embargo, el uso inapropiado de estos medicamentos nos ha llevado a enfrentar un nuevo problema: la resistencia a los antibióticos.
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La resistencia a los antibióticos significa que las bacterias se van haciendo capaces de sobrevivir a la acción de estos fármacos, resistiendo a sus efectos, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones y aumenta el riesgo de que las enfermedades se propaguen. Si el uso de los antibióticos no se realiza con cuidado, tendremos que enfrentarnos en un futuro próximo a una era en la que no dispondremos de tratamientos para las infecciones, retrocediendo a la situación que existía hace varias décadas.
El uso de los antibióticos no sólo se produce en los seres humanos, sino que son fundamentales para combatir las enfermedades en animales e, incluso, son usados en agricultura. Por lo tanto, el combate de la resistencia a los antimicrobianos es un tema de todos los sectores.
A nivel humano, se estima que entre 30% a 40% de las prescripciones de antibióticos se realizan sin ser necesarias, fundamentalmente para tratar enfermedades que no son bacterianas, como infecciones respiratorias o diarreas. Chile es uno de los países con más alto consumo en Latinoamérica, evidenciando un aumento de 55% desde 1998 al 2015.
Ante la grave amenaza para la salud pública que representa la resistencia a los antimicrobianos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó un Plan de Acción Mundial para luchar contra ella, con el objetivo de garantizar la continuidad de la prevención y el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Chile ha aceptado el desafío de cuidar los antibióticos y desde el 2017 existe un Plan Nacional Intersectorial con estrategias desplegadas en varios sectores y liderada por el Ministerio de Salud.
Los antimicrobianos son clave, ya sea para el tratamiento de enfermedades en humanos como en animales y vegetales, lo que representan parte importante de los recursos acuícolas y silvoagropecuarios de nuestro país. Por ello, el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Economía a través del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura apoyan constantemente a los productores en el uso prudente, juicioso y responsable de los antibióticos, con el objetivo de mantener los estándares de calidad que nos posicionan como líderes a nivel mundial.
Así también, el rol que juega el medio ambiente en la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos es vital. Cada vez se hace más evidente replantear nuestra relación con nuestro entorno, la forma en que protegemos y conservamos nuestros ecosistemas y nuestra biodiversidad.
Por último, el Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos también cuenta con el compromiso del Ministerio de Educación y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que permiten transversalizar la temática y dirigir esfuerzos a la concientización y la investigación científica, lo que en conjunto con el trabajo de diversas sociedades científicas, los gremios y la academia permiten que Chile pueda enfrentar la problemática.
A nivel mundial cada año se conmemora la semana de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos, que se desarrolla del 18 al 24 de noviembre. El lema de la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos 2022: “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”.
El llamado en esta semana es a tomar conciencia de que tenemos que cuidar los antibióticos y, por lo tanto, usarlos sólo cuando sean necesarios, bajo indicación profesional y adquiridos en lugares establecidos.